Croquetas de borrajas. De las hojas de las borrajas.

Las borrajas se están poniendo de moda, para pena de los aragoneses que las apreciamos desde hace siglos como una verduda maravillosa.
Nosotros en casa hacemos unas croquetas de borrajas que están maravillosas.
Con las hojas verdes, lo que normalmente se tira, a seleccionando las más brillantes y jóvenes, las picamos muy finamente.
Picamos también media cebolla muy fina que ponemos a pochar en unas gotas de aceite de oliva. Cuando la cebolla está trasnparente añadimos las hojas de la borraja y tras un par de vueltas en el fuego, añadimos la harina unos segundos y después leche apra hacer una bechamel o la clásica pasta de las croquetas. Añadir sal y unos golpes de pimienta negra.
El resultado es una masa (que debe quedar no muy espesa) que dejamos enfríar para luego poder formar las croquetas en forma de bolitas ovaladas, y que pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, en este orden.
Y a freir en aceite bien caliente.
La borraja no tiene un sabor potente, así que no hay que quedarse corto de sal ni de pimienta, pero eso si, sin pasarse y que ello enmascare la suavidad de la verdura.