Frutos secos en la gastronomía española

El número de frutos secos que se emplean en la cocina y gastronomía española es muy alto. Tenemos la suerte de disponer de un gran número de variadades de frutos secos, ahora ampliados con frutos secos que nos vienen desde los mercados americanos y que tanto para servir como aperitivos como para realzar los sabores de carnes, verduras, sopas, ensaladas o pescados, nos enriquecen las posibilidades de nuestros platos.
Unas nueces españolas (las americanas son mucho más bonitas y baratas, pero menos sabrosas) son el ejemplo de sabores recuperados para platos de verduras, ensaladas o carnes, en crudo o guisadas junto a las salsas.
Los piñones están volviendo a nuestros platos de caza, las castañas recuperan protagonismos en salsas y pures y las avellanas encajan perfectamente en pavos guisados.
Unos crujientes frutos secos como añadido final a una ensalada, junto incluso a fruta como la granada, da un toque distinto y muy sabroso.