Alberjes, ciruelas y cerezas de verdad

Hoy he tenido la gran suerte de poder degustar (un hartón más bien) alberjes (albaricoques), ciruelas rojas y cerezas recién cogidas de los árboles, maduras y frescas de la mañana.
Una auténtica maravilla.
Ha sido recordar los sabores ya perdidos, nada que ver con la fruta que se vende en mercados. La fruta que se vende hoy, se recoge muy verde de los árboles para que dura más días entre la comercialización y los puestos de venta, para que no ofrezca manchas ni muescas, pues si no, nosotros mismos no las compramos.
A cambio perdemos totalmente el sabor, su textura, incluso su olor característicos.
En el caso del alberje y de las ciruelas rojas, la diferencia es brutal. Nada tienen que ver unos alberjes maduros con los verdes que podemos comprar.
No hay nada más que hacer. Si se vendieran tal y como yo los he podido probar hoy, no los compraría nadie por el sistema de comercialización actual. 
Seguiremos buscando amigos que cultiven en sus huertos esas maravillas. Por cierto, eran de El Burgo de Ebro, Zaragoza.