La degustación de bocadillos como si fueran tapas

Los bocadillos son una solución perfecta para una noche de cena rápida o para una excursión al trabajo o para un día de campo. Todos tenemos nuestro bocadillo preferido. Tal vez con recuerdos de infancia o que lo hayamos descubierto en una buena noche y nos haya encantado.

Por ejemplo uno de atún con cebolla pochada, uno de calamares a la romana con salsa brava, uno de tortilla de patata con anchoas o con pimientos verdes.

Los bocadillos tienen dos partes fundamentales además del relleno. Una es el pan crujiente, recién hecho, casi sabroso. El otro es la salsa, el acompañamiento al ingrediente principal que así se convierte en secundario, es el “añadido” para completar el bocadillo perfecto.

El bocadillo tiene que tener un tamaño aceptable, digamos que con pan de barra sería el tamaño de un palmo o algo menos. Pero como en todo tipo de platos, la medida es variable, y a muchos este tamaño les parece "muy" pequeño. 

¿Quién no saborearía una degustación de mini bocadillos en pan chapata a base de uno de salmón, otro de atún, tortilla con chorizo, anchoas con pimientos, jamón cocido con queso, calamares en salsa americana y para terminar uno vegetal? 

Es crear pequeños bocadillos como si fueran tapas con sabores distintos pero muy sabrosos e incluso atrevidos. La imaginación a la cocina, al poder del sabor.

Por cierto New York es la gran ciudad de los bocadillos. Al tener mucho turismo y no siempre con posibles y pocos restaurantes comparado por ejemplo con España, el bocadillo es el rey de las opciones. Y el "italiano" es una buena recomendación si tenéis opción. Verduras tipo ensalada, mucho embutido blando y una salsa a elegir.