Alitas de pollo asadas, maceradas con una salsa americana

Sobre todo en la cocina americana, suelen poner las carnes de ave, pollo o pavo, a macerar en salsas que cada familia tienen casi como un secreto de alcoba.
Os dejo una salsa muy sencilla para poner alitas de pollo a macerar unas horas antes de meterlas al horno.

Se mezcla medio vaso (de agua) de salsa de soja con igual cantidad de un vino semidulce o seco, tipo Jerez o rancio. Se le añade el zumo de una naranja o de un limón (a gusto) más una cucharada sopera de azúcar y un par de guindillas cayena (o cuatro, depende de gustos) machacadas y convertidas en casi polvo. Podemos añadirle pimienta molida, algo de curry o unas hojitas de laurel picadas.
Ponemos las alitas o piernas del pollo en una fuente y las rociamos con esta salsa, dejándolas al menos 4 horas para que absorban parte de su sabor.

Ponemos a calentar el horno a unos 180/200 grados y cuando esté a temperatura metemos la fuente como unos 30/40 minutos, dando vuelta de vez en cuando para que no se quede seco el pollo.
Servir caliente y con un puré de manzana o en su defecto de patata.

Los programas de cocina en la televisión y sus entresijos

Nos gustan los programas de recetas gastronómicas en la televisión pero… ¿cómo se hacen estos programas, cuanto cuesta hacerlos? Aquí tenemos un artículo en donde se nos explican algunos detalles de las trastiendas televisivas de los programas de cocina. 
En realidad se ha avanzado mcuho a la hora de aprender a cocinar de la mano de grandes cocineros que saben explicar de forma muy sencilla las disitntas maneras de preparar un plato, de cocinar con alimentos sencillos distintas presentaciones.
Aprendemos a cocinar, a valorar lo que otros cocinas para nosotros y a saber pedir en un restaurante un plato diferente.

Muffin falso en la cafetería LIzarrán de la Estación Delicias de Zaragoza

Ayer me clavaron en la cafetería Lizarrán de la Estación Delicias de Renfe en Zaragoza, 2,60 euros por una magdalena casi igual de las que os pongo en la imagen. Efectivamente la mía no era de chocolate como la solicité sino de mermelada, pero eso lo paso por alto y lo recuerdo para que nadie se sienta engañado.

Hay he comprado estas 6 magdalenas del mismo “tamaño grande” en Mercadona. Y me han constado las seis magdalenas grandes —ellos las llaman muffin para darse pote— 1,45 euros. Hay que avisar que el muffin auténtico es una mezcla entre pan y repostería y es mucho menos dulce que una magdalena y que el presunto muffin carísimo de Lizarrán era muy dulce, luego de muffin real tenía el nombre y la forma.

Si nos quejamos de que en los bares no se entra, de que la ley del tabaco les afecta y otras milongas, que nadie se olvide que es una barbaridad que entre MI tienda (no la suya que es menor) y esa cafetería haya una diferencia de precio de más de diez veces. No es doble ni el triple, más de diez veces, más de un 1000%. La franquicia se ha pasado un riñón, bueno una magdalena.

Un buen café a media mañana, acompañado de algo o de alguien

Desde hace ya un buen tiempo tenemos para elegir en las cafeterías café descafeinado de sobre o de máquina. Durante muchos tiempos los que tenemos que cuidar el corazón o el sueño no teníamos más que café descafeinado de sobre. ¿Qué es mejor?, pues a veces depende del tipo de café tanto soluble como de grano, sin duda, pero en general si es para café sólo resulta mejor el café de máquina y si es para cortado puede resultar más aconsejable —para gustos están los colores— el de sobre si es de calidad. Se cambia agua con leche del café convencional de máquina por todo leche más los polvos del café liofilizado.
A un café solo le encaja muy bien un golpe de nata montada, pero también unas gotas de licor —no una chorrada elegante pues desvirtúa los sabores— o unos golpecitos de canela o de cacao en polvo.
Tomar un café a media mañana junto a una buena compañía o un periódico diario es un lujo para muchos y muchas. Si se acompaña de una repostería pequeña o de un ligero bocadillito de tortilla un milagro diario.

El tabulé o taboulé, una ensalada muy sencilla de hacer

El tabulé o taboulé es una ensalada fría que se hace mezclando generalmente cous cous junto a verduras frescas cortadas en trocitos muy pequeños.
El cous cous precocido que se vende en muchos supermercados, es de muy fácil preparación. Basta poner a hervir la misma cantidad de agua que del cous cous que vayamos a utilizar, por ejemplo un vaso de agua para 4 personas para un vaso igual lleno de sémola, y en el momento de romper a hervir el agua, la retiramos del fuego y le añadimos encima la sémola. Removeremos bien hasta que se vaya hidratando el cous cous. Durante unos diez minutos hay que ir removiendo de vez en cuando para que se vaya soltando los granos de sémola entre ellos.
Al agua (antes de poner a hervir) se le puede añadir media pastilla de caldo de verduras para que tenga más sabor la ensalada o simplemente sal.
Personalmente al cous cous le añado ya en frío una cucharada sopera de aceite de oliva virgen y el zumo de un limón, por lo que la cantidad de agua debe ser un poco menos de igual cantidad que de sémola.
Se le puede añadir como verduras: tomate, pimiento verde y rojo, cebolla tierna, y pepino. Menos cantidad de pepino (algo menos), del resto en partes iguales hasta que entre las verduras sumen un volumen más o menos igual al de la sémola. Rectificar de sal.
Le va muy bien añadir un ramillete pequeño de menta o hierbabuena fresca y otro de perejil, todos muy finamente picados.
Como lleva limón no hay que añadirle vinagre. Y se toma fresca, de frigorífico si es en verano. A la hora de servir se le puede añadir por encima y para decorar unas rodajitas muy finas de pepino, unas olivas negras o unos granos de garbanzos cocidos,

Faltan intentos por abrir locales con cocina más internacional

Se ven tímidos intentos para presentarnos la cocina de la gran diversidad cultural que ahora tenemos en España. Muy tímidos intentos de presentar con una calidad media, las cocinas de todos los países que ya están representados por sus ciudadanos en nuestro país, cuando en realidad habría un mercado potencial de clientes propios pero también de españoles que quieren conocer las cocinas de todo el mundo.
Hay varias posibilidades, y casi todos ya se están instalando, pero de manera muy tímida, repetimos.
Montar restaurantes con las cocinas típicas de cada país, sean iberoamericanas, africanas, asiáticas variadas o europeas.
Abrir tiendas de productos típicos de cada país (opción esta, más utilizada aunque dependiendo de países y zonas de influencia).
Abrir locales de pequeña restauración, tipo tapas; con cocineros o camareros que presenten servicios y platos o tapas con la cocina de cada país, adaptado a los gustos europeos.
El número de posibles clientes es numeroso y los intentos muy escasos aunque en aumento. La globalización debe mezclar no a través de zonas sino en una casi perfecta mezcolanza.

Fallece en Singapur, Santi Santamaría en el restaurante de su hija

Fallece repentinamente en Singapur el gran cocinero catalán Santi Santamaría, a los 53 años muy posiblemente de un infarto al corazón. Se encontraba en el restaurante de su hija a donde había ido a trabajar unos días. Premio Nacional de Gastronomía 2009 y con varias estrellas Michelín en sus restaurantes, era la imagen de una forma de hacer cocina española nueva pero a la vez utilizando productos y técnicas de toda la vida.

El Tea Tonic o un gintonic con infusiones

Se está pasando de moda el añadir al gin tonic un exceso de hierbas o condimentos, para volver a un combinado donde lo esencial sea la tónica y la ginebra, de calidad y sobre todo al gusto de cada uno. Pero en algunos locales hay una nueva manera de tomar la ginebra de calidad. Lo que se llama "tea tonic". Veamos cómo se prepara.

En una copa de balón ponemos una dosis de ginebra seca (no doy marcas pero a mi me gustan las fuertes). Encima de la ginebra y a la temperatura ambiente, ponemos una bolsita de infusión unos dos minutos para que se empiece a hidratar y a liberar y disolver las esencias y sabores de las hierbas secas de la infusión. Yo prefiero las infusiones florales: el rooibos, el poleo menta o la frambuesa con gengibre. Aunque la de regaliz también está muy bien.

Pasados esos dos minutos retiramos la bolsita de la infusión, estrujamos con los dedos un poquito para dejar las gotas de su interior sobre la ginebra y añadimos entonces dos o tres cubos grandes de hielo y sin agitar terminamos añadiendo la tónica que también prefiero seca, para a continuación pasar a deleitamos con la mezcla que ya ha cambiado de color.

Judías blancas con langostinos o gambas

Hoy vamos a realizar de forma rápido y sencilla unas judías blancas con gambas o langostinos.
Podemos emplear judías blancas ya cocidas y que se venden en botes de cristal o bien judías blancas secas que antes habremos cocido.
Pelamos media docena de langostinos por comensal y ponemos las cabezas y las cáscaras en una olla a freír con media cucharada sopera de aceite de oliva. Vamos escachando con una cuchara de madera las cabezas a la vez que se fríen y cuando ya estén cambiadas de color, unos 5 minutos a fuego fuerte, añadimos un poco menos de medio litro de agua si es un plato hasta para 4 personas. Dejamos cocer todo unos 10 minutos.
En otra olla ponemos las judías cocidas y añadimos el caldo de las gambas, colado en fino. Removemos bien pero con cuidado para no romper las judías.
Dejamos cocer el caldo con las judías un par de minutos. Se pueden reservar hasta la hora de servir o bien si se van a servir en ese momento, añadir los langostinos pelados y dejarlos un minuto cociendo con todo.
Si las hemos reservado, poco antes de servir le damos un golpe de calor hasta hervir, en cuyo momento añadimos los langostinos o gambas para que justamente se hagan con el caldo y el calor.

Zumos en el mercado de la Boquería de Barcelona

Pasear por la Boquería de Barcelona es un asalto a la vista y a las sensaciones gustativas. Os dejo una muestra de una tienda de zumos diversos. Podemos comprar los zumos, los frutos enteros o en tarrinas pequeñas para degustar. Y a 1,5 euros el vaso grande. Leer el tipo de zumos y disfrutar. Coco con mango. Naranja con fresa. Papaya con naranja. Naranja con kiwi. Naranja con mango. Frambuesa con plátano. Deliciosos zumos, mejor si son recién hechos a madia mañana.

Un restaurante aragonés muy diferente. Slow Food y Biosphere Restaurant

El restaurante La Corza Blanca de Veruela, ubicado en la localidad zaragozana de Vera de Moncayo, va a disponer de la primera carta de aguas 100% aragonesas. Con esta iniciativa los responsables del establecimiento quieren hacer un homenaje a los productores de cercanía, como valorización de lo autóctono y como labor educativa en salud.
Asesorados para ello por el Doctor Pablo Saz Peiró, especialista en Hidrología Médica y profesor de la Universidad de Zaragoza, los clientes podrán conocer las cualidades de aguas minerales de Zaragoza (Agua de Lunares, Agua de Fontjaraba, Agua de Fontecabras y Agua de Sierra del Águila), de Huesca (Agua de Veri y Agua de Vilas del Turbón) y de Teruel (Agua de Bronchales). Cada agua irá acompañada de su correspondiente análisis físico-químico y de los consejos medicinales del Dr. Saz. Así, se abre una nueva forma de recorrer Aragón a través de las cualidades de sus aguas.
Recientemente, La Corza Blanca de Veruela se ha convertido en el único Restaurante Km 0 de la Red Slow Food España. En este proyecto son los restauradores los que promueven su candidatura a través del Convivium de Slow Food más cercano (Convivium Ínsula Barataria de Zaragoza) una vez que aplican los criterios que se exigen para su incorporación: deben adquirir directamente a tres productores, como mínimo, que se encuentren en un radio de cien kilómetros del restaurante y en la carta ha de incluirse al menos cinco platos considerados Km 0.
Para que un plato sea catalogado de esta manera, ha de contar con un 40% de ingredientes adquiridos a los productores cercanos y el 60% restante han de ser ecológicos o que estén incluidos en el Arca del Gusto de Slow Food.
La Corza Blanca, es además el primer Restaurante de la Biosfera de la Península Ibérica, una acreditación auspiciada por la Unesco y certificada por el Instituto de Turismo Responsable. Esta certificación distingue aquellos establecimientos a nivel mundial que cumplen estrictos requisitos de comportamiento medioambiental y cultural. Como la utilización de productos autóctonos, el cuidado por la arquitectura y estética tradicional, las prácticas de separación de residuos, la comunicación de los valores culturales del lugar donde se encuentran, la compra a proveedores locales, entre otros requisitos.
Ambas certificaciones (Red Km 0 de Slow Food y Biosphere Restaurant de Unesco), encajan perfectamente con el espíritu de La Corza Blanca, que se ha convertido en el escaparate de una amplia gama de productos de la zona del Moncayo.