Magret de pato con pipirrana sobre esencia de regaliz, de Arguiñano

Del menú degustación del Restaurante Arguiñano hay un plato algo más flojo que los demás, no tanto por lo que es en sí mismo, sino por lo que se espera de él.
Como plato principal de carne sirven un magret de pato con pipirrana sobre esencia de regaliz con escamas de sal maldon. La presentación es normal, aunque sin duda tanto la salsa sobre la que está el magret y la escamas de sal ayudan a crear un plato con presencia. Pero la carne está algo floja, tal vez por habernos tocado una porción un poco pasada de fuego, tal vez por que sin las escamas de sal resultaba soso, o mejor dicho insípido.
El regaliz era tal vez esa línea oscura que rodea a la salsa, pero no se distingue su sabor y es una pena pues resultaría un toque ahumado, de madera, que le debe ir muy bien al magret de pato.
No es un plato mal conseguido, sino simplemente no está a la altura del resto de presentaciones del menú degustación. O al menos nuestros servicios no lo estaban. Revisen en este mismo blog los anteriores platos para observar los comentarios sobre los mismos, pues compensan sin duda este ligero patinazo.

Época de arañones o endrinas para hacer pacharán

Este es un mal año para los arañones o endrinas, ese fruto moradito que se emplea para hacer pacharán. Tras un verano sin lluvias y un me de julio fresco, no han venido los fríos en septiembre y el fruto ha salido pequeño, muy seco y además lo han recogido las gentes antes de que las noches casi helaran, con lo que se ha arrancado de las matas en un mal momento. 

Lo correcto es recoger los arañones para el pacharán tras las primeras heladas de septiembre en las zonas del Pirineo en donde algunas veladas se llegan a esa temperatura, más o menos. Pero este año el tiempo no ha acompañado al pacharán y al igual que ha sucedido con las moras de zarza, el fruto ha salido pequeño en muchas zonas. Recordar que es pequeño pero contiene más sabor que otros años, lo que debemos tener en cuanta a la hora de preparar el pacharán, pues con menso frutos podremos conseguir parecido sabor aunque algo menos dulce.

Lo que realmente comemos sin darnos cuenta de que nos lo comemos

La carne que comemos en España procede de animales que se alimentan con pienso elaborado a base de cereales (60%-70%) y soja transgénica (20%-25%), grasas animales y vegetales (3%-5%) y otros productos como sales, vitaminas, aditivos para mejorar el sabor o espesantes(3%-17%). Los pescados de piscifactoría siguen la misma dieta de piensos compuestos.
Las 700 fábricas de piensos compuestos que hay en España producen alrededor de 20 millones de toneladas de pienso que sirven para alimentar el ganado español, compuesto por unos 300 millones de animales. Con sus variaciones. No es lo mismo alimentar a un pollo o a un cerdo, en los que se usan cereales y soja, que a un rumiante, en el que entran además alimentos fibrosos como henos o pastos", aclara Joaquim Brufau, desde el programa de nutrición animal del IRTA.

La crisis de las vacas locas marcó un punto y aparte en la alimentación animal. "Ahora estamos completamente vigilados", asegura Adolfo Alcalde, técnico de ganadería de Asaja, patronal agraria. Otras sustancias como los antibióticos solo están permitidas en el caso de que se produzca alguna enfermedad, y el animal tiene que cumplir unos plazos antes de ser sacrificado.
La uniformidad también se ha instalado en la agricultura. Tomates, manzanas, lechugas, melones..., de aspecto inmaculado, se amontonan en los puestos de los supermercados sin rastro de esos bichitos tan molestos de antaño. La industria agroquímica se encarga de ello de forma muy eficaz. Todo tiene que ser bonito, de un tamaño y color homogéneo, sin marcas ni dobles, y de variedades que produzcan vegetales muy iguales y sin mal aspecto exterior.

Al consumidor… "le damos lo que demanda", puntualiza José Ramón Díaz, responsable de agricultura de Asaja. El consumidor no quiere fruta con manchas ni motitas negras, aunque sea natural, como pasa con los plátanos o las manzanas golden. Al mismo tiempo, se piden durante todo el año variedades que son estacionales, lo que obliga a introducir las piezas en cámaras pues no se recogen suficientemente maduras o a importarlas desde otros lugares.

Las hortalizas, frutas y cereales van aderezados con restos de plaguicidas, herbicidas, que atacan a las malas hierbas; insecticidas, que fulminan a las plagas, y fungicidas, para acabar con los hongos. El informe de la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA) de 2008 presenta los resultados de los análisis realizados a 70.000 muestras de 200 tipos diferentes de alimentos para vigilar los residuos de pesticidas. 

Se hallaron vestigios de plaguicidas en el 35,7% de 11.610 muestras de nueve tipos de frutas y verduras de gran consumo. De estos, entre el 2% y el 3% excedían los límites máximos permitidos; en el resto no se detectaron residuos. El mayor número de sustancias apareció en espinacas, naranjas, arroz, pepinos, mandarinas, zanahorias, peras, judías sin vaina y patatas. La gran variedad de pesticidas que se utilizan complica los análisis. 

Los países de la UE emplearon un total de 862 sustancias diferentes y en total se localizaron restos de 365 pesticidas; en los cereales la cantidad bajó a los 76 productos diferentes.

El pesticida que más se detecta son los fungicidas. Los defensores del sistema actual de producción agraria y ganadera sostienen que los precios serían inasumibles para la mayor parte de la población en el caso de optar por métodos más tradicionales. Además del encarecimiento de la materia prima, el responsable de ganadería de Asaja apunta a problemas de espacio y de tiempo. "A un animal no se le puede alimentar solo con hierba, no tiene los nutrientes necesarios, además de que el crecimiento sería lentísimo y no habría espacio suficiente para la cabaña actual", añade.

La falta de pasto es otro de los motivos que empujan al consumo de pienso. Sería imposible, dicen, alimentar a 255 millones de aves de corral, 27,8 millones de cerdos, 18,5 de ovejas, 6 de vacas y 2,9 de cabras sin emplear el pienso.

"La soja —que es la fuente de proteínas en los piensos—, es 100% transgénica y se importa porque aquí no se produce. Otra fuente de transgénicos es el maíz. Pero somos la única industria a la que se le exige que aparezca en su etiquetado que lleva organismos modificados genéticamente (OMG)", indica el presidente de la confederación de piensos. 

González replica que la carne no está etiquetada como transgénica y el consumidor tiene derecho a saberlo. "Porque nos alimentamos de lo que se les da a los animales, y ahora puedes saber dónde ha nacido una vaca por el sistema de trazabilidad que existe, pero no lo que ha comido".

Tipos y precio de las aceitunas de encurtidos en el Sur de Francia

Tenemos aquí los ejemplos de 4 tipos de aceitunas de aperitivos, del sur de Francia, y sus precios en euros. Efectivamente son precios franceses.
La aceituna colosal del Perú, la rojita, sale a casi 20 euros el kilo. La aceituna negra a la griega sale a 14 euros el kilo. La oriental la venden a 16 euros el kilo. Y la aceituna mexicana también a 16 euros el kilo. Como pedomos apreciar, precios realmente muy superiores a como se venden las aceitunas de encurtidos en España.

Magnum Temptation, un pequeño placer barato en forma de helado

El helado Magnum Temptation tiene una presentación que engancha. Su cajita muy bien diseñada, su envoltorio, la base sobre la que se deposita el helado en la caja, nos indican que tenemos que estar ante un producto excelente.
Y el Magnum Temptation no engaña. Es un buen helado, que se puede además encontrar en algunos supermercados muy bien de precio en paquetes de 4 cajitas y que con sus diversos sabores, ofrecen un producto muy correcto.
En este caso probamos el de naranja y bombón y resultó un excelente producto para unos postres de verano o para un pequeño vicio mientras ves la película de la noche. Es un helado de vainilla con algunos trocitos de piel de naranja y recubierto todo de un chocolate negro, teniendo en su interior unos pequeños bombones de chocolate con leche rellenos de jengibre y naranja, aunque aquí el jengibre resulta un poquito escaso, tal vez para que su gusto ligeramente picante no asuste a comensales exigentes con los sabores suaves.

El buen tomate como el más natural de los placeres baratos y sencillos

Acabo de tomarme un tomate rojo provocativo de la mata, en el huerto de un amigo. No ha necesitado sal ni aceite para asemejarme a la gloria en el instante en que se me reventaba en la boca tras el primer mordisco. Tendríamos que preguntarnos dónde y cuándo perdimos el sabor del tomate original, ese que ya sólo se encuentra en tomates de huertos caseros.

El tomate una vez ya recogido necesita una temperatura ambiente no muy cálida pero nunca parecida a la de una nevera. Con el frío se pierden sabores y sobre todo olores y fragancias. Nada como coger el tomate con el fresco de la mañana o tras una cena tardía. Es el momento de la temperatura natural perfecta. Ese tomate maduro, junto a una rebanada de pan de hogaza algo tostado al hogar y con ajo frotado y aceite de oliva virgen extra regado, es un capricho solo para dioses.

Si a los tomates tipo pera u otros con muchas semillas, les cortamos una rebanadita por la parte de arriba y otra por la de abajo, y les hacemos un corte de arriba abajo para abrirlos como si fuera un libro, podremos sacar todo el bloque de las semillas, unidas, que se pueden servir simulando un caviar vegetal, con el clásico golpe de sal y unas gotas de buen aceite de oliva.

Filetitos de bonito con perlas y crujientes, de Restaurante Arguiñano


En el menú degustación del Restaurante Arguiñano ponen como pescado estos filetitos de bonito con tomate, perlas y crujientes. Plato sencillo pero muy curioso por unos pequeños detalles.
La presentación es bonita, entra como un pequeño cuadro, por los ojos, con el brichazo de tomate y los detalles de salsa de pimientos verdes adornando el plato.
El crujiente de fideos fritos por encima es sencillo pero funciona muy bien. Pero es el detalle de las perlas, que recomiendo probar lentamente en boca, junto a la salsa propia del bonito, el que le otorga una calidad diferente. Simple tapioca cocida y puesta encima del pescado, algo sencillo pero efectivo y original, que toma el sabor del plato para entregarlo en boca con una textura diferente.
El bonito, ingrediente principal, estaba muy correcto pero era lo de menos, tristemente casi. Original y curioso por su tapioca disfrazada de perlas.

Tomate rosa, un viejo y feo tomate maravilloso

Estamos conociendo más un tipo de tomate de sabor profundo, casi como los de antes. Es el tomate rosa o tomate de Huesca, pues se ha empezado a recuperar en la zona de Barbastro de Huesca.

Es un tomate que hay que comerlo maduro, casi un punto de exceso de madurez, sin duda bien rojo con una tonalidad rosa muy fuerte y que al partirlo en rodajas entrega un fruto muy rojo, terso aunque esté muy maduro y con fuerte sabor a tomate.

Simplemente con sal mejor si es gruesa y unos toques de aceite de oliva extra virgen de calidad, ofrece un aperitivo maravilloso.

Es un tomate feo, grande, con arrugas en la zona del peciolo o tallo que hay que limpiar a la hora de cortar y servir. Pero merece la pena probar este tomate rosa o tomate de Huesca, aunque tenga mala imagen en tienda.

Cerveza que dicen japonesa, de marca Asahi


Si intentan tomarse una cerveza del Japón y han pensado que saborear una botella de cerveza Asahi es una buena idea, sepan que es una cerveza que se vende como japonesa pero que en realidad está hecha en la República Checa.

Para los que conocemos muchas cervezas europeas, buenas cervezas españoles entre ellas, probar esta cerveza Asahi no nos va a reportar ninguna sensación nueva. 

Algo áspera, potente pero poco más, lleva en su composición algo de harina de arroz como detalle más curioso. Hemos probada la del tipo “Super Dry” y si, es seca y potente pero de verdad, poco más. 

Lo que más defrauda es que aunque con normas japonesas, está fabricada en Europa y eso no está bien. Hay que avisarlo con claridad.

Comer fuera de casa por menos de 5 euros, en Zaragoza

Decir que algunos menús del día en Zaragoza rondan de media los 15 eurossería lo lógico y normal aunque en Madrid por ejemplo, suelen ser más baratos, pero hay lugares en la capital del Ebro que bajan la media drásticamente. En una época en la que hay que cuidar cada céntimo, Zaragoza esconde lugares donde se puede comer por menos de cinco euros.
Los restaurantes con precios más asequibles son los de comida rápida, aunque no siempre, porque en Zaragoza también se puede comer saludable por este precio y en otro tipo de locales y restaurantes.

La cafetería de Ikea luce a rebosar de gente, sobre todo los sábados. Uno de los secretos de su éxito son las albóndigas de carne: 10 unidades acompañadas de puré de patata cuestan 2,95 euros de lunes a viernes y 3,95 los fines de semana. El resto de platos de la carta del establecimiento de venta de muebles y decoración sigue una política de precios parecida: ensaladas por 2,95 euros, surtido de ibéricos por 4,95 o menús infantiles a un euro. Te obligan a ver la tienda entera, pero para muchos puede ser incluso un entretenimiento.

Aperitivo doble en restaurante Arguiñano 2011

En algunos restaurantes están utilizando la inteligente decisión de poner un pequeño aperitivo antes de la comida, para que los comensales pasen mejor el tiempo que media entre la petición de los platos y su servicio. Una pequeña forma de servicio para abrir el apetito.

Desde unas aceitunas aderezadas a un pequeño detalle creativo del mismo restaurante. No es necesario nada espectacular aunque en algunos locales si que te presentan pequeñas dosis o detalles de su propia gastronomía.

En el Restaurante Arguiñano te servían en el año 2011 dos detalles cuidados por su sabor, pero sencillos en su presentación. 

Un pequeño chupito de gazpacho casero, muy correcto en tomate y pepino, acompañando a una pequeña tapa de chistorra, tal vez asada para que pierda parte de su grasa o de fabricación muy magra y nada grasa, algo que mata algunas chistorras de baja calidad y envuelta en pasta hojaldre muy fina.

Conseguido el propósito de entretener el tiempo de espera hasta los platos principales de la comida con unos sencillos aperitivos, todo lo que viene después se agradece de otra mejor manera.

Crema de pochas con pollo y hongos en Restaurante Arguiñano

Empleamos el Restaurante Arguiñano como ejemplo de restaurante aceptable de precio y de una calidad elevada en la presentación, servicio y como no, gastronomía a la altura de lo que se busca cuando se desea un buen servicio.

Les muestro ahora un plato del año 2011 (ya ha pasado tiempo) que es una crema de pochas con tacos de pollo y hongos en un menú de degustación, lo que lo convierte en un plato de pequeño tamaño, pero suficiente para disfrutarlo.

En la mesa te sirven el plato como se indica en la imagen de arriba, con unos tacos de pechuga de pollo a la plancha, unos hongos naturales y unas rodajitas de zanahoria más un pequeño toque de sal Maldon (sal inglesa en forma de escamas).

Una vez servido el plato la persona del comedor te añade la crema de pochas bien caliente. El final es un plato muy logrado si mezclamos los ingredientes, pero necesita la sal para darle el toque de sabor final. 

No sirve tomarlo dejando el centro como detalle para el final. Mantiene el sabor de las pochas, naturales, a verdura fresca, suaves pero muy personales. 

Un plato muy bien conseguido aunque tal vez algo clásico, pues se podría sustituir el taco de pollo por algo más atrevido, creo que a ser posible pescado o marisco.

Cómo servir y qué es la bresaola italiana

La bresaola es una fina carne de ternera, servida y vendida en España en lonchas muy finas, que a diferencia del carpaccio, no es cruda sino curada unos pocos meses como si fuera jamón serrano. Es un embutido italiano que de forma casi redonda comprime el solomillo o el morcillo de la ternera para dejarla secar dos o tres meses en un ambiente de altura y a una temperatura y humedad controlada.

En España tenemos la cecina como carne muy parecida pero más sabrosa, algo ahumada y que además de ternera se hace también de cabra o de caballo.

La bresaola se sirve como aperitivo o para desayunos, junto a un pan tostado, aceite de oliva para poner unas gotas, limón y unas aceitunas negras. También se puede emplear para rellenar pimientos, para entremeses, ensaladas o para acompañar a la pasta o a la pizza. En estos dos últimos casos se pone al final, a la hora de servir, para que tome temperatura pero nunca a cocinar, para que no pierda su jugosidad, sabor y aromas. Recordar que ya es una carne cocinada al estar como el jamón serrano, seca, aunque mucho más jugosa que este y nos de la sensación de que es una carne cruda.

Chocolate a la taza Valor, la manera más rápida de tomar un chocolate caliente


Un chocolate bien hecho, de chocolatería, no es tan fácil como parece; por sabor, pero sobre todo por la textura y el espesor. 

Para ponernos las cosas fáciles la marca de chocolates Valor, nos comercializa un sobre con el chocolate ya hecho y terminado, tal y como lo venden en sus propias chocolaterías al público que Valor tiene repartidas por España. Simplemente abrir y calentar. 

Nos queda conseguir los churros, imprescindibles para un buen chocolate. 

El sobre con el chocolate líquido cuesta algo menos de 1,30 euros y su cantidad sirve para dos chocolates muy generosos e incluso para tres chocolates a la taza de tamaño casi normal. Es tan sencillo como calentar al microondas y servir en taza de loza. 

Si no hay churros, algo casi imprescindible, un pan de verdad, tostado y caliente, cortado en tiras, puede servir de engaño al paladar. 

Si nos parece muy espeso permite un ligero añadido de leche y revolver bien, para que tengamos un chocolate a la taza algo más líquido.