Poncho, ponche o vino caliente para días de invierno y frío

Para los otoños e inviernos fríos, para las zonas en donde la nieve es una constante, nada como un buen vino caliente para entrar en calor. Bebida que aunque creemos alemana, se consume en muchas zonas de Europa. Incluido por ejemplo en Aragón.

Vamos a poner a cocer 250 mm de agua junto a 100/150 gramos de azúcar, la peladura de un limón y una naranja sin que tenga parte blanca para que no amargue, tres cucharadas soperas de uvas pasas, una cucharada sopera de orejones o higos secos y una manzana pelada y cortada a trozos más un palito de canela junto a unas estrellas de anís o algo de nuez moscada. Si te falta algo no todo es imprescindible.

Tenemos todo cociendo unos 15/20 minutos hasta formar una especia de jarabe suave. La cantidad de azúcar varía según gustos. También se puede cambiar por miel.

En un bol grande a ser posible de barro poner dos botellas de bien vino tinto (que no nos engañemos, cuanto mejor sea el vino que ponemos, mejor saldrá el vino caliente). 

Añadimos todo el jarabe anterior y ponemos a calentar al fuego todo dando vueltas para que se mezclen los sabores y olores. Aquí ya no hay que dejar que el caldo resultante cueza, solo hay que calentar como 5 minutos todo el conjunto, pero sin que llegar a hervir. 

Servir caliente y colado para una tarde mantita y cine casero, aunque algunas personas se sirven unos trocitos de las frutas con el vino.

En algunas zonas NO se cuece por separada las frutas con el azúcar en agua, sino que se disuelve lentamente todo al calentar el vino, tras haber estado toda una noche en maceración en frío. 

En lo que si coincidimos todos es en que nunca la temperatura del vino al calentarlo en la última fase debe subir por encima de los 75 grados de temperatura, para que no se evapore el alcohol del vino por hervir este.