Apuntes sobre cuatro clases de menú cuando se viaja

Comer de menú cuando se viaja o cuando se desea salir de casa pero no se cuenta con mucha economía es una buena opción. Pero hay que saber elegir.
Hay buenos restaurantes de menú en casi todas las ciudades, pero es complicado encontrarlos. Casi todos están fuera de las calles importantes, pero a veces a escasos metros, en bocacalles, en zonas menos concurridas por los turistas, pues si están muy bien situados surge por parte de los dueños una enfermedad imperiosa de intentar abusar de los que pasan por allí de manera esporádica.
Yo dividiría los menús por su precio 2012. Siempre a ser posible, con IVA y bebida incluida.
Los de entre 8 y 12 euros. Los hay muy buenos, los hay chungos. No son los más habituales en las grandes ciudades pero ejemplos hay sobre todo en días laborables, de gran relación calidad precio. Si a las dos y cuarto o dos y media no están llenos, desconfía un poco. Si los desconoces pide productos que tengan que hacer en el momento de servir o platos típicos de la zona. Si por 8 euros te dan mero con salsa de boletus es un error o un timo.
Los de 15 euros. Aquí te puedes encontrar auténticas maravillas, pues con ese precio se puede dar un gran menú cerrado. Efectivamente, algunos locales te dan bazofia. Una carta corta es buena señal. Y sobre todo si acuden muchos oficinistas a comer, muchas chicas jóvenes, muchos matrimonios de mediana edad.
Los de 20 euros y similares. Estos ya son otro escalón en donde está prohibido el error, el abuso, la trampa. Aquí se deben ver comedores guapos, servilletas de tela, menos gente por lógica que todos los anteriores y in servicio correcto. No se pide mucha comida sino muy bien presentada y con algunos productos no muy corrientes.
A partir de 25 euros. Aquí ya hay que analizar si merece la pena pagar ese precio por un menú cerrado o elegir ese u otro local con carta abierta. Pero es cierto que con normalidad los menús son mejores si te encajan lo que sirven, pues son comidas recién hechas, estudiadas para servir un buen producto a un precio justo, y en donde no debes salir defraudado por esos precios. No termines por esos precios en restaurantes de postín, de marisco, de moda. Pagarás el gusto y la gana. Pero por esos precios hay mucho y bueno donde elegir una buena velada.