Aceite de oliva con sabor a ceniza, a barbacoa

Ayer vi en televisión una receta muy curiosa para hacer aceite de cenizas, con sabor a cenizas para imitar el sabor de la barbacoa. Dicen que para un simple pescado o carne a la plancha encajan perfectamente para darle un toque que convierte a las viandas en un producto realizado en barbacoa, en hoguera de campo. No puedo asegurarlo todavía, pero avisaré si efectivamente funciona.

En un horno, puesto en función grill y colocando en la parte alta la bandeja, ponemos a tostar y quemar hasta convertir casi en cenizas las hojas sueltas de un puerro cortado por la mitad y separadas estas. Por encima podemos añadir media docena de guindillas cayena, de las pequeñas y secas. Todo lo ponemos con el fuego muy fuerte hasta que todo el conjunto se convierta en algo negro. La guindilla le añade un ligero toque de picante y es opcional.
Ya frías las hojas quemadas, las trituramos con la mano o con una batidora o molinillo. El caso es convertirlo en polvo de ceniza, negro y quemado.
En una botella de aceite de oliva virgen extra retiramos dos cucharadas soperas del líquido y añadimos las mismas dos cucharadas soperas del polvo de ceniza. Mezclamos todos y dejamos en maceración 3 semanas para que los sabores, se trasmitan al aceite.  

 A partir de estos días ya podemos emplear el aceite para poner unas gotas por encima de las verduras, pescados o carnes realizados en una plancha normal.

Salmón casi crudo con salsa de soja caliente

El salmón crudo es un pescado maravilloso por su grasa y textura en boca. Pero no a todos les gusta notar el material totalmente crudo en la boca. Los japoneses son unos artistas en cortarlo de una forma muy personal, en porciones pequeñas y aderezarlo con diversas salsas para resaltar sus sabores, de por sí no muy potentes.

Vamos a cortar un lomo de salmón crudo en trozos regulares y cuadrados de unos 2 centímetros de lado y un grosor fino de pocos milímetros (hoy casi todos los salmones son de piscifactoría y no debe haber problemas sanitarios con bichos o gusanos, se avisa, pero para evitar todos los problemas de anisakis, es mejor que lo hayamos tenido dos días congelado en nuestra casa).
En un cazo o sartén o bol de plástico pondremos dos cucharadas de aceite de oliva junto a otras dos cucharadas de salsa de soja (de la de calidad, de la fuerte, de las que venden las tiendas de chinos) y el jugo de medio limón. Llevaremos toda esta mezcla a punto de hervir, bien sobre el fuego de la cocina, bien en un horno microondas.
Bien agitada con un tenedor esta mezcla muy caliente, la añadiremos con una cuchara sobre el pescado, sobre el salmón, que ya tendremos dispuesto en unos platos tipo bandejitas. Un pat de minutos en la salsa y retirar para servir. Simplemente decoraremos con unos pocas huevas de sucedáneo de caviar, tipo arenque, mújol, etc. Y a servir con un buen vino blanco.

Trucos para una menestra de verduras, rápida, sencilla y barata

No debemos equivocarnos; una buena menestra de verduras tradicional requiere un tiempo de cocción lenta, unas verduras naturales de calidad y un poquito de “arte” a la hora de sacar sabores a estas verduras.

Pero hay otras maneras de intentarlo, más rápida, más sencilla, más barata incluso y a su vez casi con resultados similares.
Un buen sofrito con algo de cebolla, ajo, un puerro, pimiento verde y rojo y un tomate muy maduro finamente picado y sin piel, puede servir de base a la menestra de verduras. Algo de apio, un toque de pimienta blanca también pueden ayudar.
Si es complicado tener en plan barato verduras naturales y es muy latoso limpiarlas, podemos terminar el plato utilizando una bolsa de verduras congeladas. Que al menos sea de buena calidad es importante. No os de pena, se trata de hacer verduras rápidas y un plato sabroso y sencillo.
La olla exprés funciona muy bien si sabemos controlar sus tiempos. En cuanto suba el sistema de aviso, apagar el fuego si es eléctrico y con una cantidad en su interior para cuatro personas y dejar 5 minutos en la placa eléctrica. Si la cantidad es para dos personas dejar un par de minutos encima de la placa y luego apartar. En ambos casos dejar que la olla pierda gran parte de su calor interior antes de abrir.
Si es olla rápida en cocina de gas, dejar cocer uno o dos minutos y apagar. Abrir al bajar la temperatura y la presión. Ojo también en las ollas rápidas con la cantidad de caldo o agua que añadimos, pues hay que recordar que en una olla exprés las verduras sueltan agua pero en cambio no evapora en la cocción.
Pero el truco que mejor os puede diferenciar con otras menestras de verdura es añadir antes de cerrar la olla una cucharada sopera de paté de calidad, de cerdo tipo campaña o si es trufado os dará más calidad de sabor, y también una pastilla de sabor del tipo de legumbres. Con estos dos añadidos y si acaso una cucharada sopera de tomate frito de cajita, os saldrá una menestra para chuparse los dedos, de manera rápida y sencilla.

Conservas de pescado y marisco de alta calidad en España

Las conservas españolas son de gran calidad, no hay duda de esto. Como tampoco la hay en que las conservas de pescados, las pequeñas latas de mariscos en conserva se llevan la mayor nota de calidad.

Y que incluso son baratas en comparación incluso a su producto fresco, cuando es un producto cocina y de gran calidad y sabor. Pero esto no siempre es así.
Hay marcas casi artesanas, de un gran producto pero también de un precio diríamos “diferente”. Estamos hablando de 60 gramos escurridos a un precio alto.
La marca “Broto” de Conservera Bromar en Cangas de Morrazo ofrece unos berberechos en conserva por 17,25 euros, que si son gigantes llegan a los 21 euros. A 350 euros el kilo. Los precios son de tienda en provincias y no de fábrica.
Uno mejillones que pueden estar entre los 5,90 y los 8,85 euros por lata. Y unas navajas entre 8,85 y 15,20 la latita. Eso si, ofrecen una zamburiñas por un excelente precio de 1,8 euros. Muy ajustado y excelente para poder conocer la marca y su calidad.

Las albóndigas rápidas del Restaurante El Bulli de Ferrán Adriá

El otro día descubrí las albóndigas rápidas que hacían en El Bulli de Ferrán Adriá para sus propias comidas, como explican bien en el libro “La comida de la familia”. 

Simplemente a unas butifarras catalanas tipo longanizas crudas o salchichas de carnicería de las gordas, nunca secas, se les quitan la piel abriéndolas con un cuchillo y van formando pequeñas bolitas que pasan por harina y fríen en aceite. Luego una simple salsa de tomate más o menos historiada o unas verduras asadas o en sofrito tipo pisto, sirven de acompañamiento al plato.
Estas bolas tipo albóndigas son rápidas de formar y de preparar. Pero se pueden convertir en algo más sofisticados si además le añadimos algún componente en la masa de la carne de las butifarras o salchichas gordas.
Un toque de nuez moscada, de canela, de manzana picada fina y pasada por el microondas un par de minutos, de unos piñones algo fritos, de unas gotas de salsa de soja, de un picado fino de unas rodajas de chorizo tipo Pamplona, de un filetito de jamón serrano, de unas gotas de miel líquida, de algún producto picante tipo guindilla o un poquito de wasabi o pimienta verde machacada, pueden complementar la carne dispuesta para hacer bolitas.
Hay que descubrir nuevas posibilidades de un producto sencillo muy capaz de transformarse en otro.

Cuatro trucos para hacer buenas y atractivas ensaladas

Las ensaladas dan un juego tremendo en una mesa en la que deseamos quedar bien pero ni tenemos mucho tiempo ni somos unos expertos en cocina. Cuatro pequeños trucos y podemos quedar de maravilla

Truco 1. Ahora venden bolsas de ensalada variada de muy diversas composiciones. Mezclan diversas lechugas, canónigos, rúcula, endivias, escarolas, etc. con diversas texturas y colores. Baratas y siempre frescas. Y ya cortadas.
Truco 2. Debemos añadir a estas ensaladas variadas de bolsa algún componente “diferente”. Por ejemplo unos frutos secos, un poco de salmón ahumado deshilachado, unas frutas rojas, algo de patata cocida, un poco de pasta cocida, algún arroz salvaje, unas flores comestibles, algo de queso en láminas recién cortadas, escabeche de calidad, unas anchoas, un poco de cebolla roja, etc. Cada ensalada debe ser temática y saber mezclar bien es el mayor de los trucos posibles. Debe prevalecer algún producto, nunca pongas un exceso de diversos productos. Aquí el minimalismo funciona muy bien. Si pones tomate dale un corte diferente. Si pones cebolla, que no pique. Si pones olivas o aceitunas, mucho mejor sin hueso. Incluso cebolla seca crujiente o unos coscurros de pan frito encajan bien en algunas ensaladas y mal en otras, como unas lámians de ajo muy fritos pero sin quemarse.
Truco 3. Debes tener una serie de salsas vinagreta amplia en tu propio catálogo. Aceite mucho. Vinagre poco. Sal un poco abundante, recordar que es para una enSALada. Y ahora tus “toques” privados. Mostaza, canela, menta, pimienta verde, un licor aromático, salsa de soja, yogurt, pepinillo muy picado.
Truco 4. Una ensalada no es un “montón” de productos sobre un plato. Presentar bien sobre el plato lo ingredientes, con gusto para que resulten atractivo a la vista, es fundamental. Y la salsa poner en el último momento, por favor.
Cuatro simples trucos, que hacen de las ensañadas un buen plato muy sencillo.

Receta sencilla del Cous Cous de cordero y ternera couscous marroquí

El cous cous es el plato más conocido de la cocina de Marruecos. Es como un cocido castellano, con sus variables particulares, pero hay que pensar precisamente en esta comparación, para entender mejor su forma de hacer, presentar y servir.

En nuestras casas no podemos con facilidad repetir los mismos sistemas de cocción, así que nos adaptaremos a nuestras cocinas modernas, y los resultados serán muy parecidos. Podemos emplear olla rápida, tipo exprés u olla normal, los tiempos cambiarán como es lógico y también el resultado final, si no tenemos en cuenta algunos pequeños trucos. El primero es que es bueno hacer el cous cous un par de horas antes de servirlo. Luego calentar y terminar, a la hora de servirlo.

Vamos a realizar un plato de cous cous para cuatro personas. Cortamos en trozos pequeños —como del tamaño de una nuez con cáscara— un cuello de cordero o una pierna de cordero, según los presupuestos que tengamos para el plato de cous cous, más un trozo como de un palmo de carne de ternera y un muslo de pollo. Salamos y refreímos en la olla rápida en dos cucharadas soperas de aceite de oliva. Cuando la carne se haya refrito sin tostarse, añadimos un puerro cortado en trozos un poco más grandes que la carne, dos zanahorias grandes cortadas y peladas, dos patatas, medio calabacín —toda la verdura se cortará más grande que la carne para que la cocción no sea excesiva para las verduras y escasa para la carne— dos ajos picados finos, una cucharada sopera de tomate frito o natural y una cucharadita de café de especies Ras el Hanout (se pueden comprar en multitud de sitios). Unas vueltas en la olla y medio litro de agua.

Sopa nido oriental Knorr, con huevo batido y arroz

No es fácil conseguir sobres de sopa instantánea de calidad con presentaciones de sopas orientales, generalmente chinas, que es más fácil de comprar en supermercados en Francia u otros países europeos. Los distribuidores españoles deberían ponerse las pilas.

Las marcas más conocidas de sopas de sobre fabrican y comercializan distintas presentaciones, que en España a veces es posible encontrar en tiendas de productos orientales. 

Son productos diferentes, con sabores fáciles y agradables, que sirven para sorprender a los comensales con una sopa realmente bastante mas parecida a las que se toman en la cocina asiática.

En este caso es una sopa nido oriental, de la marca Knorr, fabricada en Filipinas pero comprada en España, muy ligeramente picante, pero muy poco, tal vez de un color poco habitual en la cocina española pues resulta una sopa bastante blanca. Ellos recomiendan añadir un huevo batido a mitad de cocción y la verdad es que encaja perfectamente.

Personalmente unos granos de arroz la complementan perfectamente y si molesta el color tan blanco, un simple cucharadita de tomate frito a la hora de cocer logra que cambie ligeramente el color, pero suficiente para que no nos moleste el blanco duro, si no estás acostumbrado a las sopas orientales.

Patatas fritas Lay's sabor a miel y mostaza

El mundo del aperitivo, del snack,  crece constantemente con nuevos productos, fruto de los deseos de los fabricantes por ocupar nichos de mercado con diferentes sabores y presentaciones.

La conocida marca de patatas fritas Lay’s presenta de vez en cuando nuevos productos para tantear el mercado, bien en edición especial, bien sacando en algunos mercados nuevos productos nuevos.
Hoy he tenido ocasión de probar las patatas fritas Lay’s sabor a mostaza y miel, que me ha traído un familiar, conocedor de mis aficiones a los sabores nuevos. No contiene miel sino aromas a miel, bien conseguidos aunque tal vez un aumento de su composición iría más todavía a reforzar esa diferencia con sus productos más comunes. La mostaza en cambio si que existe, según la composición, además de cebolla, pimentón, ajo, apio y algunas especies. Pero la mostaza sale peor en la cata de las patatas, pues queda muy diluida con la suma total de sabores.
Patatas fritas diferentes, con sabor agradable y su textura habitual en esta marca, que siempre es muy crujiente y correcta. Pero a la que aconsejaría que diera un paso más y se atrevieran con sabores más diferentes, que se alejaran algo más de las clásicas patatas fritas. Quien compra una bolsa con sabor a miel y mostaza espera notar la diferencia con claridad, sobre todo en un mercado con muchas presentaciones, marcas y sabores o armos diferentes.

Esta entrada no ha sido recomendada, ni el producto entregado por la marca Lay's

Bolitas o stuzzichini sabor de queso de cabra y pimienta negra


Supermercados Carrefour ya comercializada desde hace un tiempo aperitivos que normalmente hasta ahora solo se podían comprar en Francia o Italia. Ya no solo son las clásicas patatas fritas con diferentes sabores, sino también pequeños hojaldres con queso o galletitas saladas con diferentes componentes.

Estas que dejamos como muestra, son las “Bolitas sabor queso de cabra con pimienta negra” que son unas clásicas stuzzichini o aperitivos italianos que se sirven junto al antipasto, como entrantes antes de los platos principales, junto a diversas clases de panes pequeños con tomate, queso o hierbas aromáticas.
Estas cajitas se fabrican en Francia para Carrefour y en este país vecino hace años que se vendían con el mismo formato que se hace ahora en España. Es un producto de muchas calorías, pero muy agradable, sobre todo las bolitas rellenas con alguna crema de diferente sabor.