Receta romana de patas de cerdo asadas con miel

Los cocineros romanos de alta alcurnia, los que hace 2.000 años cocinaban para los grandes hombres y mujeres romanas, ya sabían que del cerdo se podía aprovechar todo.

Hay una receta de pies de cerdo asada con miel que merece probarla alguna vez, para intentar rememorar viejas historias de sabores.
Se ponen unas patas de cerdo a cocer en una olla con abundante agua, junto a bastantes higos secos (digo bastantes por no decir al menos dos docenas) y unas hojas de laurel más sal. Una vez cocidas las patas, les quitamos con cuidado los huesos, dejando la piel y la carne que resulte fácil de dejar junto a ella. Las ponemos en una fuente de horno, les damos unos cortes con un cuchillo fino sobre la piel y en estos cortes ponemos miel mil flores. Por encima de la carne espolvoreamos de harina para que forma una costra y la regamos con aceite de oliva. Lo metemos todo al horno hasta que se tueste por encima la piel de la pata de cerdo, formando una costra ligera. Servir caliente, una pata de cerdo por persona con unas manzanas asadas y un pan, si es posible ácimo, y si no de hogaza y algo abizcochado.
 Tengo mis dudas de si con pies de ternera no saldría mejor el plato, pues tendríamos una superfie de piel mayor para poder asar, pero el recetario romano habla de pies de cerdo. Es un plato casi dulce y personalmente dejaría sin quitar los huesos de las pezuñas, para que el pie de cerdo conserve su forma.

Lengua de cerdo embuchada como el lomo


En la búsqueda de nuevos sabores o texturas te puedes encontrar productos de lo más variados. Esta lengua de cerdo embuchada como si fuera lomo es un ejemplo de lo que comento. La encontré en Valladolid y es una lengua de cerdo envasada al vacío, tratada como si fuera una carne como el lomo, seca y con pimentón. Su textura resulta un poco más seca que el lomo, aunque no me atrevo a asegurar que sea por el tipo de carne y no por el tiempo que llevara embuchada. En mi caso, un poco más tierna le hubiera ido muy bien. El sabor no gana al de un buen lomo embuchado, aunque en los últimos tiempos se fabrica mucho y se cuida menos las calidades. Es cierto que en el corte se ve la textura de la carne de lengua y eso sirve para la presentación. Pero poco más.

Cómo limpiar y cocinar erizos de mar

Los erizos de mar son simplemente mar en estado sólido, es como comerse el mar a bocados, una delicia que algunos comparan con tomar caviar y yo sin duda con degustar unas excelentes ostras con unas gotas de limón. Aunque hay personas que literalmente les dan asco.
Pero no es tan sencillo comérselos si no se conocen algunas cosas muy simples. Lo primero que hay que saber, es que pinchan y mucho. Para ello hay que saber abrirlos. 

Se colocan encima de un paño, con la boca o zona abierta hacia arriba y con unas tijeras fuertes se corta un trozo del caparazón. También se puede hacer palanca entre dos tenedores pequeños metidos en su boca. 

Saldrá un caldo (o no, si no son muy frescos) que se puede guardar para sopas o para perfumar o tomar junto al erizo. De la carne solo se aprovecha unas láminas gruesas y naranjas que hay dentro; son cinco y se limpian y se reservan. Las zonas oscuras, como barrillo, se desecha.

Se pueden comer estas partes, crudas, con unas gotas de limón o con el caldo que ha salido de su interior. Nunca añadir sal pues ya vienen salados “de fábrica” desde el mar.

Se pueden tomar cocidas si no apetece tomarlas crudas, en un poco de agua hirviendo, un minuto con un pequeño golpe de sal y si quieres una lámina de limón. Sería mejor cocerlos en agua de mar o en agua normal más el caldo que han sacado los erizos. En estos dos casos NO se añade sal al agua.

Se pueden degustar en revuelto con huevo o incluso dentro de una bechamel no espesa, con harina, algo de nata y el líquido que sacó el erizo y que una vez realizada sirve para rellenar los caparazones y gratinar con un golpe de queso rallado.

Eran tomados por los griegos y romanos con un picado de menta y perejil y una gota de vinagre. Solo hay que comprarlos en meses fríos, para que estén más llenos.

Cachopo asturiano. Ternera con muchos apellidos

El cachopo es un plato típico de Asturias, que se compone de dos filetes de ternera haciendo bocadillo a un filete de jamón serrano y otro de queso. Todo se empaña bien y se fríe en aceite bastante caliente hasta dejar el empanado muy crujiente (excepto que sean muy gruesos en cuyo caso el aceite debe estar más normal para que se haga el interior). Se sirve con unos pimientos rojos asados, unas láminas de tomate fresco o unos pimientos verdes recién fritos.

Es mejor que el corte de los filetes de ternera se haga en forma de librillo, sin terminar de cortar y separa para que el bocadillo con el resto de ingredientes sea más sencillo. Y a partir de este cachopo básico cada casa puede inventar el que más le guste.
Cambiar el jamón serrano por lacón o jamón york. Cambiar el queso de láminas por queso Cabrales o Roncal o de cabra. Poner de relleno cuatro filetes en vez de dos, alternando el orden. Incorporar dentro del relleno unos pimientos del piquillo, unas láminas de champiñón, unos filetes finos de cebolla, algo de calabacín, de berenjena, de chorizo incluso.
El empanado debe ser doble. Huevo, pan rallado, huevo y pan rallado. El pan rallado puede llevar ajo picado y perejil o no llevar nada. La ternera debe llevar sal pero a veces también algo de pimienta. Mejor la cadera de la ternera, pues es importante que la carne sea tierna.

Longan, longana u “Ojo de Dragón”. Fruta de China

Cada vez es más amplio el surtido de frutas diferentes en nuestros mercados. Esta imagen es del Mercado de la Boquería de Barcelona, y en ella vemos una fruta muy poco conocida, el longan, longana u “Ojo de Dragón”, fruta china que además de ser tomada como fruta en su país de origen se emplea también para sopas dulces, aperitivos o como fruta agria en conserva.

Es parecido al lichi pero no es la misma fruta, menos dulce o un dulce más seco y de menos tamaño al lichi aunque también blanquecina y traslúcida. Si el fruto se corta por la mitad semeja un ojo pues la carne queda blanca semi traslúcida y la semilla interior negra.
La cáscara y la semilla no se consumen y la carne se puede tomar en fresco, en conserva o seco, en cuyo caso se convierte en una carne marrón oscura. Para tomarlos en fresco, se retira la cáscara con la mano y se comen como si de una uva se tratara, sin tomar la gran semilla central.

Anacardo, un fruto seco poco conocido ¿De qué árbol sale?

Muchas veces comemos sin saber bien qué comemos. Pero esto sucede incluso con los productos más normales. ¿Qué es un anacardo? ¿De qué tipo de planta sale el anacardo que compramos como un fruto seco?

Pues efectivamente es un fruto seco, muy agradable, con forma almendrada pero como si fuera un ganchito pequeño y con una carne mezcla entre avellana y almendra. 

Pero realmente es el fruto de un árbol que llaman Cajú, Cajuil, Caujil, Alcayoiba, Jocote o Marañón.

De sus frutos se hacen mermeladas, aunque no en mucha cantidad, frutos que se desarrollan con posterioridad a una nuez en forma de gancho y que es lo primero que sale tras la flor, que se mantiene hasta secarse todo el fruto, y de donde se extraen las semillas que son las que nos comemos una vez tostadas. Semillas exteriores al fruto.

Sería como una fruta cuyas semillas en vez de estar en el interior del fruto nacieran y crecieran en el exterior y de las que una vez maduradas, sacamos las nueces a las que llamamos anacardos tostados.

El árbol es originario de Brasil y sus frutos secos son muy beneficiosos para la salud del corazón, para los huesos y los cálculos biliares, anemia, depresión, para la piel y el cabello e incluso para proteger el ADN de problemas nocivos, por su alto contenido en minerales, antioxidantes y proteínas.


Ferrán Adrià y su Bullipedia de la Fundación El Bulli

El famoso cocinero Ferrán Adrià quiere volver al inicio de su carrera para cuestionárselo todo como cuando empezaba a deconstruir platos en El Bulli. Vuelve al origen para buscar el inicio de la cocina y a partir de ahí, darle un orden y un sentido que, aunque parezca mentira, no tenía hasta ahora según él.

Un reto o una idea llamada Bullipedia, más fiable que Google porque estará elaborada por expertos de varios ámbitos (chefs, historiadores, científicos) con el aval de la Universitat de Barcelona y la ayuda del CETT, Centro Universitario Internacional de Hostelería y Turismo.

Será una enciclopedia digital del arte culinario en Occidente. "Es difícil, sí, pero más difícil fue la revolución que iniciamos en la cocina hace 20 años. Con este proyecto seguiremos siendo la vanguardia mundial", profetiza Ferrán Adrià. La Bullipedia será una de las dos patas sobre las que caminará la fundación de El Bulli; la otra será el edificio de Cala Montjoi, convertido en centro de creatividad y exposición, según ha comentado el cocinero en la presentación que hizo ayer en el Aula Magna de la Universitat de Barcelona (UB).

"Es un proyecto pensado para las nuevas generaciones". Está concebido, también, en clave global, pues en ella intervendrán profesionales y académicos de todo el mundo. "Será de todos y para todos". De momento, comienzan en Cataluña con el apoyo de universidades como la UAB, la UPC, la URV, u otras que se vayan sumando.

Mantequilla de aguacates para untar sobre pan tostado

En nuestros mercados se van viendo nuevos productos, traídos casi todos desde América, que nos dan nuevas posibilidades culinarias. En la imagen tenemos camote o batata, ocra u okra (de África), tomate de árbol o chilto, maracuyá o fruta de la Pasión y el aguacate de mantequilla.

Podemos empezar a conocerlos, a intentar probar nuevas recetas en donde simplemente empiecen como acompañante, siendo el más sencillo de todos el tomate de árbol que puede empezar en nuestras mesas como un componente más de una ensalada de frutas.
Sobre los aguacates decir que hay varias variedades, y que siempre debe comprarse el que esté maduro. Entre las variedades más normales, hay que comprar la fruta que esté con la cáscara más oscura y blando de carne al tacto.
Con la carne del aguacate se puede hacer una mantequilla para untar, si mezclamos en batidora la carne de dos aguacates junto a un ajo picado, algo de sal, un golpe de pimienta blanca y el zumo de un limón.

Ensalada de frutas con aliños sencillos

Son buenos tiempos para una ensalada de frutas. Una lechuga variada, un poco de zanahoria en virutas, algo de tomate bien colorado, unas fresas, algo de kiwi, naranja o mandarina bien pelada y troceada, algo de manzana en cubos, un poco de piña mejor si es natural y un poco de plátano.

Sal, aceite de oliva suave y una salsa de yogurt o tipo rosa por encima para unificar y decorar. Un golpe de perejil picado finamente y algo de pimienta blanca en un botecito para que cada comensal se sirva si le apetece. Puede encajar unas gotas de vinagre de arroz o de Módena, pero mejor dejar estos aliños sobre la mesa para que cada comensal se la termine de aliñar.

Altramuz o chocho o lupín. Cómo cocinarlo

El altramuz blanco o chocho o entremozo o lupín o lupino blanco es una especie de judía, una legumbre, pero amarga que en general se utiliza para alimentar ganado, excepto que antes no lo hayamos puesto una hora en agua con sal para quitarle el amargor, lo que le facilita para poder ser cocido. Su alto contenido en fibra le dan unas propiedades antidiabéticas muy interesantes y para el estreñimiento.

En España se consume los altramuces solo como aperitivo. Los dejamos en remojo con bastante agua salada (una cucharada sopera por litro de agua) durante 24 horas. Luego se cuelan y se ponen a hervir (sin sal) durante unos 10 minutos y los pasamos por agua fría. Tras ser cocidos se dejan cubiertos de agua (sin sal) que iremos cambiando dos veces al día. Al cabo de 15 días, habrán perdido totalmente el amargor y su posibilidad de que resulten tóxicos por latirismo. Los pondremos en un recipiente con agua (ahora salada para su conservación) y ya los podemos consumir.

En otros países de Iberoamérica se come en potajes, en caldos y ensaladas o como un añadido a la soja para realizar paté o salchichas vegetales. Es también una planta ornamental con muy hermosas flores alargadas de muy bellos colores.

El olluco o ulluco es un tubérculo conocido como papa lisa

El olluco o ulluco es un tubérculo conocido también como papa lisa, que se toma sobre todo en Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela, Argentina y Brasil.

Sus “patatas” o tubérculos son de color naranja, rosáceas, amarillas o granates, a veces incluso casi blancas. Sus hojas que también se comen se parecen a las de las espinacas y se toman en ensaladas y crudas.

Normalmente se come cocido acompañando otros platos triturado y servido como puré o para espesar algunos platos iberoamericanos. También se toma cocido y rallado o como complemento en sopas. 

Con el olluco se pueden hacer varios platos típicos como: La sopa de melloco, el olluquito con charqui (carne seca y salada) y el ají de la papa lisa. También se vende en conserva.

En los Andes, los tubérculos son deshidratados con hielo dando origen a un producto duradero llamado “llingli”. Este es generalmente usado como harina y utilizado en la preparación de diversos alimentos. 

Los ollucos secos (deshidratados) tiene un sabor más fuerte que en su forma fresca. En los grandes mercados de Madrid y Barcelona ya es posible comprarlos.

Plato de frutas para la Fiesta de la Primavera en China

La Fiesta de la Primavera en China es una de las más importantes del país y la gastronomía es como en todas las fiestas chinas, el eje sobre el que discurre la reunión familiar, y sus platos de una delicadeza y atención especial pues dicen que son símbolos de buena suerte.
En las zonas de Malasia y Singapur los habitantes locales suelen presentar ese día platos de pescados y mariscos de la zona y acompañados de un plato de frutas cortadas a tiras, verduras dulces o saladas y frutos secos caramelizados. Todo perfectamente presentado en una bandeja y listo para ser cogido con sus propios palillos. Jengibres, zanahorias, tomates secos, limas, naranjas o miel son parte de estos platos.

Cómo preparar un buen baño de pétalos de flores

Hay sabores y olores. En este blog hablamos siempre de sabores, pero un bueno baño relajante y oloroso es también un lujo para los sentidos y acompaña muy bien una cena por delante o por detrás. Antes o después del cava. O durante el cava. 

Estos pétalos de rosas, eucalipto y otros flores secas olorosas se vende a 39,5 euros el kilo. Con 100 gramos puede servir para un buen baño. Preparamos un agua caliente en un baño con algunas velas, una música suave que acompañe y ponemos las flores secas por encima del agua para que se haga como una tisana con el agua bien caliente.A los 10 minutos y con el agua bien caliente, está todo preparado para gozar del agua y las flores.
Disfrutar de ese baño de olores y colores es relajante y maravilloso, aunque el detalle lo complemente una buena compañía y un cava fresco o un gin tonic según gustos. Y unos bombones si hay hambre.

Quesos blandos franceses, variedad y calidad a precio lógico


No descubriremos nada si decimos que el queso en Francia es un monumento gastronómico a los sabores variados. Como tampoco si añadimos que los quesos españoles son una delicia de gran calidad. Pero hoy vamos simplemente a señalar un poco la gran variedad de quesos blandos que podemos encontrar en las estanterías francesas. De tipo diferente y de marcas distintas.
Quesos de cabra, quesos blandos, quesos azules, quesos con moho blanco. Brie, Camembert, Cabécou, Pelardon, Roqufort, Bleu d’Auvergne, Saint Marcellin, Livarot, Langres, Nont d’Or, Meufchátel, Charolles o Fourme d’Ambert por poner algunos ejemplos.
Sus precios oscilan entre precios muy parecidos a los quesos españoles y tal vez en algunos tipos, un poco más caros. Pero en cualqueir forma lo complejo es poder encontrarlos con una calidad de fabricación y sobre todo de conservación correcta. Nada como poderse escapar a la frontera con Francia y lograr comprar productos diferentes. En algunos grandes comercios españoles también es posible encontrar buenos quesos franceses de los más conocidos y en su punto perfecto de consumo.

Cómo debe ser una buena ensaladilla rusa?

¿Cómo tiene que ser una buena ensaladilla rusa?
 
Juan Eslava (cocinero): Es una cuestión de equilibrio, eso sí que es una fórmula compleja. Hay que saber equilibrar la verdura con el atún. Luego se le pueden poner lujos innecesarios como las gambas porque van a perder el sabor dentro del conjunto.

La ensaladilla tradicional llevaba pollo y no tiene nada que ver con la que conocemos. Era una creación de cocineros franceses en Rusia. En la que hacemos nosotros, la mayonesa debe tener un ligerísimo toque de ajo.

Fuente La Vanguardia

Hablemos de marisco, como cocerlo y saborearlos

A todos (a casi todos más bien) nos encanta el marisco. Por cierto, nada como el marisco que siendo recién cocido, esté todavía un poco caliente. Nunca langostinos fríos de la nevera o nécoras a temperatura ambiente. Huyan, pues han perdido parte de su sabor.

¿Cómo cocerlo? Nada como el agua de mar, pero de no tener a mano, emplearemos agua sin cloro con una cucharada sopera de sal, una pizca de azúcar y un golpe de bicarbonato. Los tiempos de cocción dependen del tipo de marisco y del tamaño. Hay tablas por internet pero no se quede corto, mejor un minuto de más (si el marisco es grande) que un minuto de menos, excepto en la gamba pequeña o en almejas y berberechos.

Pero a lo que íbamos. Nos encantan los bueyes de mar, las centollas, los langostinos frescos, la cigalas y los percebes casi todos ellos cocidos o a la plancha como las sabrosísimas galeras. No soy de langosta o similares, lo siento, porque una nécora hembra, fresca y de invierno es insuperable. Tal vez sea por no haber probado bogavantes nacionales pues todos los que venden a precios posibles son de mares lejanos y muchas veces no es lo mismo y resulta una carne insípida.

Me encantan los carabineros con pan para untar el aceite coloradito, pero me los han prohibido por su precio moderno. Y un simple arroz con almejas puede ser una maravilla de dioses. Estas mismas almejas, abiertas como las ostras, crudas y con una gota de limón te olvidas de la ciudad en la que vives para caer en el mar de golpe. Algo que también consigues con facilidad (el encontrarte con el mar en la boca) si tomas unos berberechos o unas tellinas recién fritas con unas gotas de aceite y unas de limón con un golpe de sal.

¿Algún marisco más?, pues si es bien fresco y de fiar, unos bígaros y unas cañaillas bien cociditas están de sueño, pero tienen que ser vivas y hay que conocer al pescatero. Y sin duda unos mejillones grandes y rojos con una vinagreta historiada, que aunque modestos, ya en las épocas de los romanos eran conocidos como las ostras rojas.

Taza tirachinas para infusiones sin molestar el hilo y etiqueta

A los que nos gusta tomar té por las tardes, té de sobre o de bolsita tipo infusión, sabemos que muchas veces hay problemas con el hilo y la etiqueta del producto, que tiende a meterse dentro de la taza, del líquido caliente. Pero hay soluciones.

El diseñador Samir Sufi ha creado una taza con una ranura en el asa en donde poder depositar el hilo de la bolsita de té, y así resulta imposible que se cuele dentro de la taza y además no es necesario quitar la etiqueta para en todo momento saber qué tipo de infusión estás tomando. 

Incluso es posible una vez pasados los 5 minutos obligatorios, tirar del hilo hasta chafar la bolsita contra la pared de la taza y exprimir los sabores del producto. 

No es sencillo encontrar la taza en los mercados españoles, pero todo llegará.

Bocadillo de huevo frito. Creps para huevos fritos

Paseando por tiendas francesas descubrí una preparación para hacer creps. Algo normal. De momento.

Pero al observar la caja y ver que ofertan una harina de trigo sarraceno  para hacer creps bretones, se ve claramente que su intención final es poner entre dos creps un sencillo y maravilloso huevo frito. 

Es como hacer un bocadillo de huevo frito, pero en vez de sobre pan de barra, entre dos creps. Mucho más fino y moderno, más europeo para un clásico huevo frito, a ser posible con puntillas

Un golpe de sal y otro de pimienta recién molida, sirven de acompañamiento a este plato bastante desconocido entre los españoles. ¿Lo probamos? Yo recomiendo añadir un pimiento verde bien frito y sudado y con un poco de paciencia, sin la piel de cristal que tanto estoba en boca.

Queso de cabra de la marca Perfecto, del Delta del Ebro

Hay una marca de quesos que se llama “Perfecto” aunque resulte complicado de creer; y entre sus variados productos queseros los hay de vaca, oveja o cabra, siempre hechos a manos y curados con el tiempo necesario para ofrecer un producto muy interesante. También fabrican otros productos, pero vamos a hablar un poco de uno de sus quesos más curiosos por la forma y presentación, atados con una cuerda que los comprime hasta darles forma original.

Esta fábrica, Quesos Perfecto, está instalada en Camarles, Tarragona, en el Delta del Ebro, y ofrece entre otros este tipo de queso, este artesano de lazo, jugoso pero de gran sabor, de leche de cabra y con un tiempo de maduración de 6 meses. Su precio no llega a los 15 euros por kilo, y se vende en dos tamaños diferentes, uno de unos 850 gramos de peso y otro de algo menos de la mitad. Ellos mismos aconsejan comprar el grande, por enteros o medios, pues está más tiempo en curación y sabe algo más fuerte. El pequeño encaja sobre todo si no te quieres llevar mucho queso y prefieres una pieza entera sobre todo si es para regalar.

Me queda la duda de si el nombre de la fábrica se debe a que su fundador se llama Perfecto de nombre de pila, que sería lo más normal. De todas las formas, un gran queso.

Butifarra catalana con escalibada en vez de judías blancas

Hablaba ayer del maridaje de una buena hamburguesa con un filete de foie gras poco hecho y puesto por encima en vez de una ensalada o cebolla. Hoy he descubierto otro que cambia las tradiciones catalanas más asentadas en los menús de restaurantes baratos.

Siempre nos sirven o lo intentan, la clásica butifarra catalana junto a judías blancas o monchetas, que para quien no lo sepa son unas judías blancas cocidas y refritas que efectivamente están muy buenas si las saben hacer bien.

Pero hay más posibilidades para disfrutar —sobre todo por la noche por poner un ejemplo que nos obliga a tener que buscar alternativas— de una buena butifarra de setas o trufada, hecha al fuego del hogar. Por ejemplo acompañando a la butifarra de una excelente y a su vez modesta escalibada. 

Aquí el buen aceite de oliva es imprescindible. También encajaría con las butifarra unas habas tiernas y pequeñitas, fritas como las judías blancas, pero el cambio no sería tan importante como con la escalibada.

O incluso unos guisantes refritos con tacos de jamón o simplemente pasados por la sartén sin más añadido que un golpe de pimienta blanca y una vez en el plato, cubiertos los guisantes con unos filetes de jamón que sudará con el calor de la verdura verde.

Hamburguesa con foie gras acompañando un plato sencillo

Hoy en un restaurante de Andorra, el país, me han servido una hermosa hamburguesa gruesa y bien hecha a la parrilla, algo tostada por fuera y muy jugosa por dentro y en su punto, cubierta por una loncha de foie gras de pato justamente pasada por la plancha.

Una presentación sencilla a la que le faltaba un poco de decoración y tal vez cambiar las patatas fritas caseras y sin pelar pero muy bien fritas y con salsa de ali oli, tal vez por unos pimientos verdes o unas berenjenas en escalibada.

El resultado excelente, el precio de premio. Todo el plato ha salido por 6,5 euros. 

No se puede pedir más que haberlo detectado antes y cambiar la jarra de cerveza fuerte por un Somontano o un tinto con cuerpo o incluso una copa de cava. Pero era tarde, pues primero hemos pedido la bebida.

A veces los premios se encuentran en donde menos se espera.

Aclaro.: Era auténtico foie gras y no paté de hígado de pato o ganso. Era filete de hígado y no un batido de hígado de pato, aunque el precio sorprenda.