Raciones de tapas de Castilla la Vieja llena de ibéricos

En Europa se valora mucho los servicios de tapas y mini raciones que se dan en los bares y restaurantes españoles. Son un gran activo que han ido mejorando con el tiempo y hoy son auténticos platos de diseño en miniatura, con maridajes y mezcla de sabores y presentaciones que es normal que encanten a los turistas.

Os dejo una lista de tapas y raciones de las antiguas, de las que se sirven en la Castilla más de embutidos de cerdos ibéricos, de los de alta calidad. 

De esas tapas que son las que nos dieron fama y las que abrieron el camino a la actual buena situación. Luego irían llegando los diseños más innovadores.

Completo desayuno inglés de frutas, muy natural

Vamos a desayunar como los príncipes; nada como un caldo de consomé de ave bien calentito para entrar en calor nada mas levantarnos de la cama y sobre todo si ha sido tras una noche ajetreada, luego un té suave que para eso estamos hablando de prepararnos un desayuno inglés y unas galletas saladas o una tostada de pan de cereales al natural, con frutas, por ejemplo lonchas de kiwi, fresas, plátano y unos toques de miel de romero o de naranja por encima. 

Si te quedas con hambre puedes añadir unas barritas de queso fresco o queso tipo camembert. Es imposible sentirte mal con esta forma de comenzar el día, y sobre todo estamos hablando de un desayuno contundente en el que el caldo —eso sí— lo tienes que tener preparado del día anterior o ser de caja, pues no se trata ni de cocinar ni de estar esperando varias horas para desayunar. 

La imagen es de  symmetrybreakfast.tumblr.com

Lentejas guisadas, con zanahoria y tocino ahumado

-->
La legumbre es esa gran compañía en la alimentación del hambre, pero también de la buena alimentación que busca la salud y cada vez más lo natural. Entre las legumbres, la más usada en algunas zonas es la lenteja en sus muy numerosas variedades de diferente tamaño y sabor. Y también la considerada equivocadamente la legumbre más pobre.

En España lo normal es poner la lenteja en potaje, guisada con distintas variables. Pero en Francia se da mucho la lenteja como acompañante de sopas, como elemento importante dentro de platos caldosos, cremas o marmitas, potajes suaves y líquidos con añadidos de zanahoria, guisantes, algo de carne, tomate, cebolla, ajo y algunos toques de especias naturales. Y también en ensaladas, algo que no es tan conocido en otros países.

En los guisos de lentejas las carnes suelen ser de cerdo aunque el pollo, el pavo y el pato le encajan muy bien. Pero sobre todo las carnes algo ahumadas, con sabor a cocina de campo, con aromas de hogar.

Este sobre de sopa de la marca Knorr (para personas con poco tiempo o poco arte en la cocina) nos plantea precisamente todo esto. Unas lentejas guisadas pero muy claras (casi sopa espesa), con zanahoria y tocino ahumado. Y en siete minutos listas. Admite muy bien un toque de aceite de oliva y un puñadito de guisantes congelados o de conserva, para darle más grosor al guiso, pues si no realmente sale muy “sopa” para el gusto español.

Queso al por mayor o quesos que parecen jabones

Aunque lo parezca a primera vista no son tajos de jabón para lavar a mano, no son jabones de esos viejos y caseros que se hacen con grasas y aceites en las zonas rurales o en las casas que saben hacer jabón como hace unos años. Son trozos de queso inglés.

Si vemos el precio del kilo de estos quesos veremos que son realmente muy baratos. Estamos hablando de menos de 6 euros el kilo. O de 9 euros el kilo el queso azul. Realmente un precio muy bajo comparado con el que pagamos en España. Pero debemos admitir que esta forma de presentar los quesos dan un poco de grima. Es casi venta de quesos al por mayor. Me gustaría conocer el tamaño del queso sin trocear e incluso la forma que tiene, pues estoy seguro que son pilas cuadradas o recipientes de tamaño muy grandes, como si se fabricara el queso a granel, no de forma individual.

Libros de cocina española en Reino Unido - Books of Spanish cuisine in UK

Desgraciadamente España está menos representada en el Reino Unido de lo que le corresponde como país europeo y cercano. Sobre todo si lo comparamos con nuestro vecinos Italia y Grecia o incluso Portugal. No es sencillo encontrar productos españoles en las estanterías de los centros comerciales, incluso ni aceite, vinos, cavas, conservas o naranjas, por poner ejemplos sencillos. Hay vinos, sin duda, pero a veces en algunas tiendas sería mejor que no hubiera. Pero vayamos ahora a los libros de cocina, de nuestra cocina.

En la librería más importante de Birmingham estuve ojeando los libros en inglés que sobre la cocina española estaban a la venta. Había de todo, con grandes reticencias, pero es verdad que sin salirse de los tópicos, había algún libro aceptable, realizado por personas que si habían estado probando sabores en España. En otros casos era vergonzoso.

Me tope que el libro que ven en la imagen con el rótulo de “Toro bravo” que dado el título pueden imaginarse el tamaño de su calidad. Explicaban como hacer la tortilla española, la tortilla de patata y la ilustraban con una imagen donde se veía a toda página una tortilla color madera sapelli oscuro, casi negra, donde sin duda se demostraba que nunca habían visto una tortilla de cerca, era imposible. Pero además en la poca mirada que le dediqué al libro, se hablaba de una salsa llamada “Tres picantes”, de un cuscús de frutos secos, de una sangría que llevaba un vaso de vino Red de Oporto. Es verdad que en cambio se veía en otros libros que si había aprendido lo que son los pimientos de Padrón o de que existía un pollo al chilindrón o un cocido casi bien hecho.

Es una lástima que en Reino Unido, a diferencia de lo que sucede en EEUU, la gastronomía española está tan mal conocida, pero es culpa de nosotros. Así que soportaremos esto con ganas de mejorar.

Comida y platos para niños que siempre les gustan

¿Quién dijo que era complicado dar de comer a los niños unos huevos fritos, fruta o pan? Esta joven madre —@anne2matthew— tiene que inventarse maravilloso cuadros con la comida para que sus hijos disfruten más de la comida. No creo que haya niño incapaz de negarse a tomar estos platos, sintiendo al verlos que es un juego. 

Más complicado será cuando se tengan que tomar un plato de lentejas o unas acelgas rehogadas o un pollo guisado. Pero al menos vemos aquí que hay otras maneras de servir los platos infantiles.

Guindillas con chocolate, picantes y atrevidas

No es fácil entender que en la cocina fusión cabe casi todo, peor la verdad es que las mezclas son cada vez más atrevidas. Estas guindillas picantes bañadas con chocolate son un ejemplo. Son simples guindillas frescas, naturales, rebozadas en un chocolate caliente y dejadas enfriar para su posterior decoración. Les hemos visto en el mercadillo de Navidad de la ciudad de Birmingham y a tenor de las que había en diversos puestos, parecían tener éxito. Conocemos el chocolate con un poco de picante, pero el picante con un poco de chocolate, es curioso y atrevido.

Ensalada vietnamita de arroz, frutas y verduras, con cerdo y langostinos

Podría parecer una ensalada cualquiera, una ensalada excesivamente revuelta, muy completa, con elementos que no encajan. En realidad es una ensalada de arroz de un restaurante de Vietnam.

Puede ser picante pero muy soportable, aunque si la pides sin picar te la sirven igual. Lleva rodajas de pepino pelado por los laterales y de tomate bien maduro. En el centro una amplia cantidad de un arroz cocido y refrito con una salsa ligeramente picante y agradablemente ácida con limón. Por encima del arroz y cubriendo todo, unas hojas de menta picada, algo de lechuga, cilantro, trozos calientes de piña y naranjas pelada, cebolla morada pochada y unos filetes de cerdo ligeramente empanados. Para completar todo unos langostinos pelados realizados junto a la cebolla. 

Parece una mezcla excesiva, que incluso no marida, pero el sabor de la salsa con que terminan el arroz y con la que ligeramente aderezan el plato encaja perfectamente con todos los ingredientes, cerda, marisco, vegetales y arroz. El picante ayuda a que todo forme un grupo bien recogido, sin duda, pero las frutas también ayudan a dar potencia y contraste a la totalidad del plato.

Restaurante Shiraz, cocina iraní en la ciudad de Birmingham

No es fácil comer platos de la cocina iraní, pero en Reino Unido hay diversos buenos restaurantes que nos pueden ofrecer al menos un conocimiento de sus carnes y postres, mezcla de la cocina mediterránea y la cocina más del oriente. 

Os dejo una imagen de una bandeja de carnes, donde había pollo, cordero y ternera, algo picante pero muy soportable y que te sirven con una salsa algo más picante por si quieres reforzar su sabor propio. 

Un plato de arroz cocido con mantequilla y unas natillas calientes con canela completaron el menú de 15 libras por persona. 

Es en el restaurante Shiraz de la ciudad de Birmingham, donde o te dejas llevar por los camareros o acudes con alguien que entienda algo de su cocina, para poder disfrutar de platos muy originales. Recomendable, sin duda.

Cambios leves en los restaurantes chinos aburridos

La comida china, la occidentalizada, guarda también productos muy agradables aunque no sean ejemplo real de la comida que se toma en tan extenso país y con tanta gastronomía muy diferente. Hay que descubrir esos sabores eligiendo restaurantes que se salgan de esas cartas todas iguales, sosas y aburridas.

En algunos restaurantes chinos ya empiezan a despuntar algunos platos nuevos que intentan separarse de toda esa mezcolanza siempre igual del arroz tres delicias, el pollo al limón o los rollitos primavera. No tanto con platos realmente nuevos, sino con acercamiento a los sabores más orientales a base de curry real, rellenos más especiados, o productos que ya están entrando en nuestros mercados como algunas verduras, el uso de algas o el tratamiento mejor de las carnes y pescados. Sin duda es el próximo salto que darán todos los restaurantes orientales en España, pues no existen como en Reino Unido restaurantes (casi) auténticos de cocina china, pakistaní o india.

Por cierto, sería muy interesante que se lograra separar la gastronomía de tantos países muy distintos y que a veces mezclan en el mismo local barato hasta formar una sopa que no tiene personalidad. No es igual la cocina de Vietnam, de China, de India, de Pakistán o de Filipinas, aunque a veces nos las encontremos mezcladas en la misma carta de un mismo restaurante.

Los cinco ingredientes de un ponche clásico


Los ponches, como bebida alcohólica o no, es un coctel que parece venir de la cocina de la India, donde se le denomina pác que significa cinco, en honor a los que parecen ser cinco ingredientes originales de esta bebida casi siempre festiva. Té, azúcar, licor, limón y especias.

Os dejo una receta de un ponche español muy simple basado en la cocina internacional y que previsiblemente es del año 1873. Es pues una receta antigua que tiene las clásicas deficiencias de ser preparado en unos años de no excesiva bondad económica.

Se prepara un litro de té entre normal y fuerte de intensidad, negro mejor que verde y al que le añadiremos azúcar o miel en cantidad un poco más elevada de lo normal. Cuando esté en el fuego pero sin llegar a hervir le añadiremos el jugo de entre cuatro y seis limones según gustos por la acidez, media nuez moscada a trozos y dos barritas de canela en rama. Se revuelve todo y se la añade un vaso de ron negro de unos 200 c.c.

Si no fuera posible el ron sirve también el brandy o incluso un vino tinto o rosado, aunque lo establecido sea el ron. Pero en aquellos años no siempre había en las casas bebidas de alta graduación alcohólica. Se deja hervir cinco minutos y se sirve en ponchera y templado, colado y con unas rodajas de limón flotando sobre el líquido.

¿Es pecado comer papada? Se disfruta más pecando

Este menú del restaurante Celler de Tapas de Barcelona me llamó la atención por uno de sus primeros. No era la hora y no pude probar si realmente era como parecía prometer, un buen plato contundente y curioso para mi.

Huevo trufado con papada.

El huevo trufado en mis tierras aragonesas suele ser un huevo frito al que por encima se le ponen unas virutas de trufa a ser posible negra. Pero con papada, si es ese tocinete grueso y contundente, del cocido, blando y listo a ser untado entre el pan de hogaza, es un lujo y un peligro. Aunque también podría ser tocineta o beicon frito pues a veces los nombres se pueden emplear para lo mismo.

La palometa a la plancha con escalibada también tendría un buen lujo si se había hecho bien, como el arroz a la marinera.

Pero si vemos el precio en plena Barceloneta, nos podemos quedar sorprendidos aunque fuera un jueves. Era barato con bebida, pan, postre e IVA.

Menú peregrino de Asís a Compostela, del Parador de Lerma

Hoy vamos a dejar un menú del Parador de Lerma de la Castilla la Vieja que ha ido transformándose en una mezcla donde también cabe ahora León, para cabreo de las gentes del Reino de León que se ven desplazadas de sus cuidados territoriales e históricos. Pero esa es otra, y ahora no toca.

Un Menú del Peregrino que llaman De Así a Compostela y que por un precio de 39 euros te ofrecen una degustación de los platos de la compostelana más que de la castellana vieja.

Un chipirón encebollado en pan, que ya hemos visto servir también y muy bien en el Parador de León.
Un lomo de jurel escabechado.
Unas vieiras y mejillones con un poco de puerro junto a un pan de almendras.

Una merluza en potaje de garbanzos y espinacas para entonar.
Un canelón de gallina de corral con setas, un poco de trufa y unos brotes verdes.

Tarta semilíquida de Santiago. Muy acertada y Rocas del Camino.

Vinos gallegos y junto al café que va fuera del menú un orujo gallego para la sobremesa.

¿Qué marcas y tipos de vino español se pueden comprar en Reino Unido?

Esta imagen es de un buen supermercado de la ciudad de Birmingham en Reino Unido mostrando una selección de los vinos españoles que se venden allí. Menos de los que uno espera por la calidad del vino español, y con algunas lagunas importantes. La competencia de los vinos chilenos, australianaos o sudafricanos es tremenda.

Estos vinos que muestro son de la zona de los vinos buenos pues a pocos metros estaban expuestos los vinos baratos españoles, todos de marcas perfectamente desconocidas, es decir, posiblemente graneles embotellados con nombres tan simpáticos como Toque virtuoso blanco, Las Falleras blanco o Raso de la Cruz tinto. Cada botella a 7 libras, unos 9 euros la botella.

No muestro aquí los Jerez que sí estaban en un numero suficiente como para saborear todas esas delicias andaluzas, desde las manzanillas, los amontillados, etc. Solo los vinos de mesa que pueden competir con los de otros países, aunque en muhco menor número de botellas y marcas expuestas. Los Rioja, todo hay que decirlo, si que parecen tener un respeto mucho mayor que el resto de vinos españoles.

Vayamos a la imagen.
Un Tobía crianza por 19 euros.
Un Izadi reserva por casi 14 euros.
Un Montecastro 2008 de Ribera del Duero por casi 38 euros
Un Marqués de Arienzo reserva por 20 euros.
Un Pirineos Moristel de Somontano por 12 euros.
Un Solanes del Priorato por 35 euros.
Un Roda 2007 de Rioja por 69 euros.
Un Cien y pico de La Mancha por 21 euros.
O un Spiga de Ribera del Duero por 38 euros.

Vinos en algunos casos de complicada compra en España y en todos ellos de un precio bastante superior al que se puede encontrar en nuestras tiendas. Son los que son, y si no son otros es por que España no sabe vender bien sus productos o por que los exporta hacia otras zonas u otro tipo de distribuidor, que entiende más de vino español.

Hablemos algo de los sabores en la cocina de India

Vamos a poner los dientes largos a más de uno con estos productos de la cocina de India, de la gastronomía más sencilla y menos conocida en España, con una mezcla de productos de India y de Reino Unido. Hay que avisar que los platos que se vende en Inglaterra como cocina de la India no siempre son platos perfectos, como nos sucede en España con los restaurantes chinos. Pero en ambos casos son sabores diferentes, unos más que otros, y que debemos conocer.

Las samosas son pequeños pastelitos rellenos de carne de pollo, cordero o ternera, con curry de distinta intensidad y por ello más o menos picante. Las hay de distinto tamaño, sabor, componente principal y sobre todo tipo y cantidad del ingrediente picante, por lo que siempre hay que enterarse si estamos preparados para su degustación. Cuidado que algunos pican de verdad.

Los pie son simplemente pasteles cilíndricos de hojaldre, rellenos de verduras o de carne, también de distinto tamaño, pues aquí los que vemos son pequeños pero en los restaurantes te sirven algunos de tamaño considerable. El último que he probado era de champiñones con castañas que estaba delicioso. El interior del pastel debe ser carne o verduras que resulten jugosas, cocinadas dentro de una salsa potente.

En la cocina hindú también se toma mucho las verduras asadas y luego fritas o simplemente fritas, maceradas o no, envueltas en rebozados diversos, hasta lograr un producto diferente a lo que conocemos. En la imagen vemos unas cebollas, pero se hacen verduras como si fueran en tempura pero con sabores que entrega el rebozado mucho más contundentes que en la cocina de Japón.

En España no es sencillo conocer la gastronomía de la India y probar sus platos, sus productos y sus muy diversos curry, que son capaces de lograr platos no muy fuertes y de sabores totalmente distintos a nuestro paladar.

Comida especial y premios para animales de compañía - Special food and treats for dogs

También los animales de compañía tiene variedad de alimentos, si sus dueños quieren darles caprichos y los perros son los que disponen de un catálogo de premios en su comida que casi parece un inventario inmenso de posibilidades para premiar a los perros. 

En algunos mercadillos de calle de ciudades europeas, las posibilidades son para todos los tamaños de perro, todos los gustos, todos los precios. Desde piensos pequeños de muy variada mezcla hasta canillas de jamón repelado para que los perros grandes se entretengan mordiendo. Imitaciones de huesos empleando piel natural o mezclas de piensos compuestos que simulan caramelos. Orejas secas de cerdo a patas secas de corderos. Pequeños bombones dulces o zapatillas cosidas de piel natural.

Chocolate aéreo, lleno de burbujas de menta y de Nestlé - Air Chocolate, mint bubbly and Nestlé

Estos días he estado probando este chocolate de la imagen. Digo probando para no decir la verdad. Me he viciado hasta que se acabaron los paquetes comprados.

Es un chocolate de Nestlé que he encontrado en Reino Unido, relleno de una crema esponjosa de pipermín y que estaba maravilloso. Se dejaba en la boca para que el calor deshiciera el chocolate, dejando la masa de la menta como una esponja llena de burbujas que poco a poco inundaba de sabor la boca. Excelente chocolate.

Pero sobre todo si lo traigo aquí es por su precio. Esta imagen es de un supermercado donde vendían a 2,55 libras la tableta. Yo lo compraba en un Spar del centro de la ciudad de Birmingham a 1 libra. ¿Tanta diferencia? Pues sí. Tanta y tanto.

Carne de NO pollo que era harina de trigo con sabor a pollo

Uno probando sabores nuevos a veces se sorprende negativamente aunque muchas otras veces de forma positiva. Todo sea por conocer lo que se come en otros países, en otras sociedades. Y alabar lo bien que comemos en la nuestra, más si es la occidental, donde todo se cuida mucho más que en otras. 

Pero ojo con caer en modas que son de todo menos de calidad gastronómica. Una cosa es comer y otra alimentarse.

Ayer compré en una tienda oriental una lata de conserva de carne guisada de pollo. O al menos eso pensé al ver con mi escaso inglés que ponía pollo (chicken) en la lata. Entendí con la imagen que era pollo con verduras, cuando en realidad era pollo vegetariano, es decir gluten de harina de trigo con sabor a pollo. 

Carne vegetariana realizada con harina y a la que añaden soja para darle color y sabor. Sal, azúcar, agua y un poco de salsa de judías cocidas para completar el ataque a la gastronomía.

El sabor es asqueroso, pero la textura de la carne es tremenda. Efectivamente era una lata de comida china comprada en una cara tienda oriental, pero que anuncia en su etiqueta y casi como amenaza que ha recibido premios. El precio no tiene nada que ver con el resultado, todo hay que decirlo.

La textura del producto tiene bemoles. Es como comerse una esponja o en el peor de los casos y hasta que lees bien la etiqueta, como carne que lleva tantos años en el caldo que se ha vuelto como un plástico podrido nadando entre sopa con sabor a piel de pollo cocido. Con perdón por la impresión personal, pues no soy un experto en carne vegetariana. 

No la recomiendo más que para veganos convencidos, y en estos casos, seguro que ellos conocer muchas más posibilidades para no salir huyendo.

Algas fritas chinas o verduras fritas al estilo chino

Probé ayer como acompañamiento para un pollo guisado y algo picante de un restaurante chino lo que parecían algas fritas y así se anunciaban en el plato. Una delicia nueva que me apresuré a conocer con más detalle. 

No son en realidad algas en la restauración occidental, sobre todo si son restaurantes de bajo precio, sino hojas verdes de col china, o espinacas, o acelgas, o simplemente col normal de hoja pero bien verde oscura siempre. No sirve verde claro.

Una vez enrolladas las hojas para facilitar el corte y picadas muy finas en tiras delgaditas, se secan bien de humedad. Debe estar la verdura bien seca y si es necesario se meten unos minutos al horno para lograrlo.

Se calienta una freidora y se meten las hojas picadas de la verdura a freír con el aceite bien caliente entre 30 y 45 segundos. Aceite de girasol. La verdura debe quedar bien tiesa y sobre todo bien verde.

Se saca la verdura picada de la freidora bien escurrida de aceite y se distribuye sobre unas bandejas con papel absorbente para que se chupe todo el aceite posible. Ahora por encima y en caliente se pone unos golpes de sal y otros algo más abundantes de azúcar, añadiendo semillas de sésamo o de pipas de girasol. El resultado debe ser casi dulce, nunca salado. Y crujiente.

Se sirven calientes y para ello es posible que las debas de tener un poco en el horno, para que no se enfríen. Deliciosas y nuevo sabor que no solo acompaña sino también sorprende. 

Menú El Asador de Aranda (de Duero) en Zaragoza

No es una entrada de publicidad aunque lo parezca, es un menú castellano que se puede tomar en muchas ciudades de España de una forma muy sencilla, sin tener que viajar, y con una calidad muy buena. Sin duda hay unos años que no he estado en este restaurante de mi ciudad, Zaragoza, pero si mantienen la misma calidad que antaño, es excelente y lo aseguro desde mi procedencia castellana.

Si amablemente alguien quiere seguir recordándome a qué sabe el cordero lechal de Aranda, asado en horno castellano, me puede invitar sin añadidos, y así lo podré contar con más detalle.

Personalmente de los entrantes me quedo con el picadillo, la morcilla y tal vez el lacón aun que no sea soriano o burgalés. Antes servían creo que bajo pedido unos riñones asados envueltos en su sebo, que eran un milagro.

De las carnes sin duda, el asado de cordero con patatas, que es una delicia. La carne debe ser aragonesa o castellana, lechal o ternasco, pues no debe saber a carne, tiene que ser jugosa pero con el sabor justo. Y algunos corderitos según la raza, tienden a saber demasiado y el cordero no es tan encantador.

Los precios son lógicos, y el servicio total no lo puedo juzgar. La bebida es aparte, y recomiendo un vino de Aranda de Duero tinto, o si te lo recomiendas por su calidad un rosado de Aranda, que a pocos gustan pero que si está bien hecho es una maravilla.

Chipirón bellamente decorado, en León

No cabe duda de que cualquier plato bien presentado gana el doble de presencia y de ganas de ser tomado, que los alimentos entran por la vista y el olor, que una buena disposición como si estuviéramos creando un diminuto cuadro de colores, ayuda a poner en valor lo que se presenta.

Es un simple chipirón maravilloso al que no le falta detalle para ser apetecible. 

Sobre una lámina fina de pan un poco de cebolla pochada y caramelizada. Sobre ella un chipirón a la plancha con un filete de ajo tostado encima. A su vera un poco de cebollino junto a una salsa de mayonesa con un ligero toque de mostaza.

Si no nos gusta la salsa, el cebollino o el ajo, todo está perfectamente separado para poder ser retirado o no tomado. 

El plato de pizarra negra ayuda a resaltar los productos presentados con un excelente entrante en un menú degustación en el Parador de León.

Jamón o pierna de cerdo jugosa, asada entera

Asar un jamón entero al horno de casa no es nada fácil. Hacerlo en un horno de leña lo es más aunque tiene unas técnicas muy claras y a veces secretas entre los cocineros que saben dominar estas técnicas, sobre todo las preparatorias para dejar la carne lista para meter al horno.

El jamón fresco de cerdo se debe maceras un día antes con diversas técnicas según cocineros. Siempre empleando licores, vinos, hierbas del campo, etc. Con estos ingredientes se hace una mezcla junto a aceite o sebo y se frota muy bien la carne durante un día entero al menos. También se emplean sistemas de inyectar dentro de la carne este adobo, y se hacen unos cortes sobre la piel para que entre bien sobre la carne todos los sabores y humedades del adobo. En algunos casos se emplea un simple vaso de brandy pero en otros se utiliza un litro de vino rancio junto a otro litro de agua y se deja en inmersión la pierna del cerdo. Siempre romero, perejil, tomillo, etc.

Tras el adobo se pone en un horno de calidad y a una temperatura no muy alta para que se pueda hacer por dentro, nunca a más de 180 grados. Aquí es fundamental tener bien pillado el tiempo de asado según el tipo de horno. Incluso a veces tapando durante un tiempo la carne con papel de aluminio para que se haga por dentro sin quemarse por fuera. Nunca debe dejarse la carne sin líquido, pues es una mezcla de asado húmedo. La humedad es fundamental para que no quede la carne seca.

Siempre debe quedar muy jugoso por dentro y muy crujiente por fuera. Y se sirve a filetes finos, a ser posible con parte de la crujiente piel. Con un puré de manzana o de patata y cebolla, encaja muy bien la presentación de la carne.