Naranjas sanguinas en ensalada con zanahoria, germinados y menta

Los días oscuros de los inviernos fríos traen los recuerdos del sol con la llegada a las tiendas de las naranjas sanguinas, esas cada vez menos vistas naranjas de carne de color rojo.

Cortamos las naranjas tras quitarles la gruesa piel en lonchas finas  de unos 5 mm de grosor. Las distribuyen en un plato o bandeja y las cubres con una zanahoria rallada, unas hojas picadas de menta y unos brotes germinados de soja o de otro tipo de germinado. No pongas sal, pero si unas gotas de aceite de oliva y otras pocas gotas de vinagre de jerez o dulce de Módena, según gustos. La zanahoria se puede cambiar por remolacha o incluso por pepino sin la piel.