Restaurante Shiraz, cocina iraní en la ciudad de Birmingham

No es fácil comer platos de la cocina iraní, pero en Reino Unido hay diversos buenos restaurantes que nos pueden ofrecer al menos un conocimiento de sus carnes y postres, mezcla de la cocina mediterránea y la cocina más del oriente. 

Os dejo una imagen de una bandeja de carnes, donde había pollo, cordero y ternera, algo picante pero muy soportable y que te sirven con una salsa algo más picante por si quieres reforzar su sabor propio. 

Un plato de arroz cocido con mantequilla y unas natillas calientes con canela completaron el menú de 15 libras por persona. 

Es en el restaurante Shiraz de la ciudad de Birmingham, donde o te dejas llevar por los camareros o acudes con alguien que entienda algo de su cocina, para poder disfrutar de platos muy originales. Recomendable, sin duda.

Cambios leves en los restaurantes chinos aburridos

La comida china, la occidentalizada, guarda también productos muy agradables aunque no sean ejemplo real de la comida que se toma en tan extenso país y con tanta gastronomía muy diferente. Hay que descubrir esos sabores eligiendo restaurantes que se salgan de esas cartas todas iguales, sosas y aburridas.

En algunos restaurantes chinos ya empiezan a despuntar algunos platos nuevos que intentan separarse de toda esa mezcolanza siempre igual del arroz tres delicias, el pollo al limón o los rollitos primavera. No tanto con platos realmente nuevos, sino con acercamiento a los sabores más orientales a base de curry real, rellenos más especiados, o productos que ya están entrando en nuestros mercados como algunas verduras, el uso de algas o el tratamiento mejor de las carnes y pescados. Sin duda es el próximo salto que darán todos los restaurantes orientales en España, pues no existen como en Reino Unido restaurantes (casi) auténticos de cocina china, pakistaní o india.

Por cierto, sería muy interesante que se lograra separar la gastronomía de tantos países muy distintos y que a veces mezclan en el mismo local barato hasta formar una sopa que no tiene personalidad. No es igual la cocina de Vietnam, de China, de India, de Pakistán o de Filipinas, aunque a veces nos las encontremos mezcladas en la misma carta de un mismo restaurante.

Los cinco ingredientes de un ponche clásico


Los ponches, como bebida alcohólica o no, es un coctel que parece venir de la cocina de la India, donde se le denomina pác que significa cinco, en honor a los que parecen ser cinco ingredientes originales de esta bebida casi siempre festiva. Té, azúcar, licor, limón y especias.

Os dejo una receta de un ponche español muy simple basado en la cocina internacional y que previsiblemente es del año 1873. Es pues una receta antigua que tiene las clásicas deficiencias de ser preparado en unos años de no excesiva bondad económica.

Se prepara un litro de té entre normal y fuerte de intensidad, negro mejor que verde y al que le añadiremos azúcar o miel en cantidad un poco más elevada de lo normal. Cuando esté en el fuego pero sin llegar a hervir le añadiremos el jugo de entre cuatro y seis limones según gustos por la acidez, media nuez moscada a trozos y dos barritas de canela en rama. Se revuelve todo y se la añade un vaso de ron negro de unos 200 c.c.

Si no fuera posible el ron sirve también el brandy o incluso un vino tinto o rosado, aunque lo establecido sea el ron. Pero en aquellos años no siempre había en las casas bebidas de alta graduación alcohólica. Se deja hervir cinco minutos y se sirve en ponchera y templado, colado y con unas rodajas de limón flotando sobre el líquido.

¿Es pecado comer papada? Se disfruta más pecando

Este menú del restaurante Celler de Tapas de Barcelona me llamó la atención por uno de sus primeros. No era la hora y no pude probar si realmente era como parecía prometer, un buen plato contundente y curioso para mi.

Huevo trufado con papada.

El huevo trufado en mis tierras aragonesas suele ser un huevo frito al que por encima se le ponen unas virutas de trufa a ser posible negra. Pero con papada, si es ese tocinete grueso y contundente, del cocido, blando y listo a ser untado entre el pan de hogaza, es un lujo y un peligro. Aunque también podría ser tocineta o beicon frito pues a veces los nombres se pueden emplear para lo mismo.

La palometa a la plancha con escalibada también tendría un buen lujo si se había hecho bien, como el arroz a la marinera.

Pero si vemos el precio en plena Barceloneta, nos podemos quedar sorprendidos aunque fuera un jueves. Era barato con bebida, pan, postre e IVA.