Pochas del restaurante Anastasio de San Sebastián

Ayer hablaba del restaurante Anastasio de San Sebastián y le cambiaba el nombre por Anastasia. Error pues la esposa del dueño todavía acude al restaurante a comer, pero el fundador ya no es posible. Si ayer me sorprendieron con una ensalada de mariscos, hoy las pochas con chorizo me han llenado la comida de buenos recuerdos.

Las pochas no son judías secas y en por esta zona, desde Aragón, Rioja, Navarra y el País Vasco donde las cogen en su tiempo y sin dejarlas secas las ponen en su delicadeza para disfrute gastronómico total. Su delicadeza, su piel suave, su sabor bien colocado y su tiempo escaso pues sólo se puede tomar en a lo sumo tres meses, lo convierte en un plato de temporada, cuchara y calma.

Con chorizo y carne de cerdo que debe cocer más que las pochas para que no quede dura, o con marisco sean almejas o langostinos, están en su cielo. Me encanta ver esas pochas verdes suaves entre los caldos ligeramente espesos, capaces de llevarme la contraria pensando si no lo conoces, que es un plato de invierno. Pochas es un lujo, aunque sean las humildes judías.