Cocina española para nuestra economía y gastronomía

Deténgase buen amigo, y olvide un poco la prisa mientras prueba complacido nuestra española cocina.

Fabada, callos, cocido, chipirones en su tinta, carnes, pescados y guisos de hispana gastronomía.

Platos hechos al instante, al minuto, al momento para que usted caminante, disfrute del alimento.

Sólo deben encargarse, con un día de por medio la paella del levante y el cocido madrileño.

Sin duda la cocina española está de moda en todo el mundo porque se la ha sabido ganar a base de cuidar sus fogones, sus presentaciones y su comedor. 

Sus calidades y sus servicios. No debemos olvidarnos de su gran poder económico para una gran parte de la sociedad española.

Empanadas gallegas de masa de verdad con sus 3 ingredientes básicos

Cuando se viaja uno de los grandes placeres que debe acompañar al viaje es probar su gastronomía. Sea excelente o simplemente diferente. Si vamos a Galicia sus posibilidades son inmensas, sin duda. Es tierra recia, de potes, de marisco, de guisos, de verduras, de carnes de buey y vaca, de licores y vinos. Y también de panes y empanadas.

Me dijeron los gallegos que lo más parecido a una buena empanada gallega si se está fuera de su Galicia y no conocen a buenos panaderos, es comprar las de Mercadona, que además de ser hechas en Galicia son realmente muy buenas y baratas.

Una empanada gallega es una masa más bien delgada que contiene unas numerosas posibilidades de relleno. Para todos los gustos. A mi las contundentes me gustan menos que las delicadas. Unos mejillones, unas vieiras, unos escabeches (la única que dejan los puristas que lleve tomate), unas verduras. Pero se puede hacer también de carne de conejo, de pulpo, de carne de cerdo, de espinacas o de pescado.

Tres ingredientes básicos. Una buena masa casi de pan, un buen relleno y un buen horno.

Menú castellano especial en Toledo

Casa Aurelio en Toledo es el restaurante más antiguo del casco histórico, pues lleva abierto desde el año 1953. En la calle Sinagoga de Toledo, están en pleno barrio judío, un lugar sin duda para visitar con calma y para degustar platos que también son históricos. Os dejo la carta del menú especial, con platos típicos de Castilla. No tengo referencias de la calidad de los platos ni del servicio, lo presento más como un lugar típico con un menú cuando menos curioso por si se quiere conocer la cocina castellana, que es mucho más que el clásico cocido.

Figuritas de mazapán que no deberíamos comernos

Cuando la repostería de un país o una ciudad es capaz de ofrecer estos casi juguetes, debemos admitir que es una gran pastelería repostería, capaz de convencer a cualquier comensal. Estas figuritas de mazapán cuestan un euro cada una. Su precio es su labor, pero también su diseño, la idea de crear pequeños personajes que dan pena comérselos. España sin duda es un gran referente en la gastronomía, pero no debemos olvidar ni sus postres, muchos de ellos de influencia árabe, ni sus grandes trabajos artesanales con los alimentos, que casi son diminutas obras de arte.

Tomate templado con rulo de queso cabra

Este plato de hoy es muy sencillo y realmente muy sabroso y puede sorprender al comensal amigo, como un inicio de comida con un toque diferente, más moderno. Y además sabe combinar muy bien verdura y queso, frutos secos, dulce y salado.

De base ponemos unas manchas de una mermelada de frutos rojos o de fresa. Sobre ella ponemos medio tomate crudo y grande cortado por la mitad y un poco por los "culos" para que asiente bien en el plato.

Encima del tomate colocamos un pochado de cebolla roja (no se ve en la imagen) caramelizado con un poco de vino rancio, o moscatel u Oporto. Y encima de todo una rodaja de un queso de cabra de rulo de los grandes.

Con el soplete de cocina o gratinando en el horno, calentamos todo hasta que se tueste un poco el queso y empiece a fundirse. Añadimos unas nueves y unas hojitas de lechuga o de diente de león o de achicoria. Unas gotas de un buen aceite de oliva deben rematar el plato muy sencillo con una gotas de la mermelada que hemos puesto de base.

Legumbres viudas, para cuidar la salud del aparato digestivo

Nos dicen de tomar legumbres al menos dos veces por semana. Son proteínas baratas y fáciles de digerir, con fibra y de gran valor nutritivo que ayudan a la salud si no nos pasamos añadiendo grasas animales en sus compongos. Pero no hacemos caso y cada vez se consumen menos.

Es verdad que la cocción es lenta, pero no lo es que sea complicada. Ahora tenemos todos ollas rápidas, cuando no robot de cocina o placas con programación. Y la variedad de legumbres en España es inmensa, y de todos los precios. Solo en alubias podemos encontrar productos que multiplican por cinco el precio de otra legumbre. 

Y recordar que además de con carnes y embutidos, se pueden hacer con pescados pero también con verduras. E incluso "viudas" que están muy buenas si le añadimos algunas especies bien elegidas. Unas lentejas con cebolla y ajo muy picadito fino puesto junto a la legumbre en el momento de la cocción, casi solo necesitan el acompañamiento de un par de hojas de laurel o unos golpes de de pimienta negra, o media cayena, o un toque de nuez moscada, más su correspondiente chorro de aceite de oliva final.

Caldo vegetal contra el mal cuerpo


Sin duda contra el mal cuerpo, la gripe o el invierno, contra la resaca o el enfriamiento, un buen caldo depurativo casi hace milagros. En una olla rápida o normal ponemos una cebolla a gajos, dos hojas de apio, un puerro cortado, algo de calabaza naranja o boniato si tenemos, una zanahoria gruesa o dos medianas y un litro de agua y ponemos a hervir. Con 15 minutos de olla rápida o 30 de olla normal es suficiente. Se añade media pastillita de sabor y sal al gusto y se deja cocer otros 5 minutos. Se prueba y si está bien se decide si se quiere sopa o crema.

Si es sopa se cuela y con un chorrito de aceite de oliva se toma bien calentita o con unos tostones de pan frito.

Si es crema se pasa por la batidora todo el cocido, el caldo con las verduras, y se cuela después para que quede más fina y sin hilos o trocitos. Se sirve bien caliente y rectificada de sal si lo necesita pues la zanahoria es dulce.

También la podríamos haber añadido unas espinacas, una cucharada de tomate frito o un tomate bien madura partido, una ramita pequeña de cardo o de coliflor, una patata pequeña e incluso algo de jengibre o un golpe de pimienta blanca. Incluso una chorradita de leche en la última cocción para cambiar el color. Todo va por gustos.

Refollao de calabaza naranja, para desayunar un día especial

Sería muy complicado disfrutar de la repostería excelente que ofrecen las panaderías y pastelerías españolas, sin la influencia árabe de tantos siglos, dejando sabores y formas de trabajar los cereales y las frutas, las masas y los hornos de leña. En la localidad oscense de Ayerbe, la pequeña panadería repostería  Ascaso (y digo bien panadería repostería, para no confundir con la famosa pastelería) ofrece unas tortas de huevo o tortas de Ayerbe que son las que más nombre tienen aunque personalmente no sean mis preferidas.

Sus panes son muy variados y desde hace muchos años una delicia para las mesas, ofreciendo algo tan simple como el pan, y que ahora ya se han recuperado en diferentes formas y calidades, en muchas otras panaderías de ciudad.

Pero para compensarme, Panadería Ascaso hacen también tortas de anís, dobladillos de cabello de ángel, de albaricoque o de frambuesa. Tortas de aceite, pero sobre todo y para mis vicios, los “refollaos” que son una especie de empanada grande y muy dulce, con una masa muy fina, como una hoja de papel, y que a modo de empanada gallega pero de masa tipo hojaldre, están rellenas de calabaza naranja, cabello de ángel, chocolate o crema. Sin duda el refollao de calabaza naranja con canela es un lujo antiquísimo que se repite en muchas localidades de Huesca.