La grasa de unos garbanzos guisados

Hemos preparado unos garbanzos guisado para tres personas, podrían ser para cuatro, ajustando las raciones. Hemos añadido un poco de puerro refrito en muy poco aceite de oliva, un hueso de jamón, un trozo de chorizo de unos 10 centímetros y otro trozo igual de gueña o de morcilla tipo asturiana o andaluza. De las morcillas de carne.

Tras terminar el guiso de garbanzos hemos desgrasado parcialmente con un cucharón, retirando la grasa que se queda en la superficie del caldo de la olla.

Y este es el resultado. Unos 125 c.c. de grasa, literalmente grasa animal en un 85%, que si no desgrasáramos para desecharlo nos lo habríamos metido entre pecho y espalda. La parte baja del vaso es caldo que hemos retirado junto a la grasa, pues nada es perfecto.

El plato de cocido de garbanzos sigue teniendo algo de grasa, no es una retirada total. Es manual y sin apurar. ¿Nos podemos imaginar qué trabajo tiene que hacer nuestro cuerpo para procesar tanta grasa, si no tenemos cuidado?

Y efectivamente, no hemos perdido sabor, pues la grasa es eso, grasa, el sabor se queda disuelto en el caldo restante de la cocción. Así que tomar buena nota, antes de servir, desgrasar.