El salmón ahumado es un plato que casi nos ha invadido nuestras mesas festivas. Hay salmón malo, salmón regular y salmón excelente. Y no siempre depende del precio.
El que se vende por ejemplo en IKEA es muy bueno y diferente en el sabor al que se puede adquirir en los supermercados normales.
Su presentación puede ir desde simplemente con unas gotas de aceite de oliva o de limón, a unos polvos de queso rallado.
Pero también en forma de tapas, con una muestra de cebolla caramelizada, sobre una cama de queso de cabra, picado con tomate maduro en igual proporción, con un poco de alcaparra, envolviendo una fina lámina de calabacín que ha pasado por el microondas unos segundos, etc.
No se conforme con servir el salmón ahumado solo, permite muchas variaciones que debe encontrar.
Un día de estos, explicaré cómo se hace en casa el salmón ahumado de manera muy sencilla y barata. Hoy no toca, cachis.
El que se vende por ejemplo en IKEA es muy bueno y diferente en el sabor al que se puede adquirir en los supermercados normales.
Su presentación puede ir desde simplemente con unas gotas de aceite de oliva o de limón, a unos polvos de queso rallado.
Pero también en forma de tapas, con una muestra de cebolla caramelizada, sobre una cama de queso de cabra, picado con tomate maduro en igual proporción, con un poco de alcaparra, envolviendo una fina lámina de calabacín que ha pasado por el microondas unos segundos, etc.
No se conforme con servir el salmón ahumado solo, permite muchas variaciones que debe encontrar.
Un día de estos, explicaré cómo se hace en casa el salmón ahumado de manera muy sencilla y barata. Hoy no toca, cachis.