En las sopas de ajo hay siempre una pregunta ante una gran duda. ¿Se debe freír el pan antes de añadir el caldo o no se debe freír?
Yo las prefiero con las lascas del pan algo fritas así que os pongo la receta con las sopas de pan fritas. Hago un caldo con huesos de jamón, algo de pollo, etc. Un caldo sencillo pero con algo de sabor. El clásico caldo de cocido pero en suave, no en un cocido de verdad. Si lo queréis rápido, algunas cajas de caldo sirven perfectamente. Otras no.
En una cacerola o sartén pongo unos ajos laminados a freír, cuando empiezan a dorarse los reservo y los distribuyo en unas perolas o tazones de barro que sean hondos y que es donde voy a servir las sopas.
En el mismo aceite (no mucho) frío unas láminas de pan del tamaño de una moneda grande junto a unos trocitos de jamón. Cuando el pan ha tomado algo de color lo distribuyo en los tazones o platos muy hondos.
En la misma cacerola en donde he frito los ajos, el jamón y el pan, pongo el caldo a hervir y en cuanto empiece añado medio huevo batido por persona y le doy unas vueltas suaves. En cuanto rompa a hervir de nuevo, reparto el caldo por los tazones y dejo que se empape bien el pan y se mezcle con el ajo y el jamón. Y a servir.