Se está pasando de moda el añadir al gin tonic un exceso de hierbas o condimentos, para volver a un combinado donde lo esencial sea la tónica y la ginebra, de calidad y sobre todo al gusto de cada uno. Pero en algunos locales hay una nueva manera de tomar la ginebra de calidad. Lo que se llama "tea tonic". Veamos cómo se prepara.
En una copa de balón ponemos una dosis de ginebra seca (no doy marcas pero a mi me gustan las fuertes). Encima de la ginebra y a la temperatura ambiente, ponemos una bolsita de infusión unos dos minutos para que se empiece a hidratar y a liberar y disolver las esencias y sabores de las hierbas secas de la infusión. Yo prefiero las infusiones florales: el rooibos, el poleo menta o la frambuesa con gengibre. Aunque la de regaliz también está muy bien.
Pasados esos dos minutos retiramos la bolsita de la infusión, estrujamos con los dedos un poquito para dejar las gotas de su interior sobre la ginebra y añadimos entonces dos o tres cubos grandes de hielo y sin agitar terminamos añadiendo la tónica que también prefiero seca, para a continuación pasar a deleitamos con la mezcla que ya ha cambiado de color.