Sin duda contra el mal cuerpo, la gripe o el invierno, contra la resaca o el enfriamiento, un buen caldo depurativo casi hace milagros. En una olla rápida o normal ponemos una cebolla a gajos, dos hojas de apio, un puerro cortado, algo de calabaza naranja o boniato si tenemos, una zanahoria gruesa o dos medianas y un litro de agua y ponemos a hervir. Con 15 minutos de olla rápida o 30 de olla normal es suficiente. Se añade media pastillita de sabor y sal al gusto y se deja cocer otros 5 minutos. Se prueba y si está bien se decide si se quiere sopa o crema.
Si es sopa se cuela y con un chorrito de aceite de oliva se toma bien calentita o con unos tostones de pan frito.
Si es crema se pasa por la batidora todo el cocido, el caldo con las verduras, y se cuela después para que quede más fina y sin hilos o trocitos. Se sirve bien caliente y rectificada de sal si lo necesita pues la zanahoria es dulce.
También la podríamos haber añadido unas espinacas, una cucharada de tomate frito o un tomate bien madura partido, una ramita pequeña de cardo o de coliflor, una patata pequeña e incluso algo de jengibre o un golpe de pimienta blanca. Incluso una chorradita de leche en la última cocción para cambiar el color. Todo va por gustos.