Todos los nueve de octubre en Valencia hay la tradición de comprar dulces de mazapán que se convierten en el elemento principal de la "mocaorà", una costumbre que ha pasado a convertirse en el regalo de los enamorados valencianos a sus personas amadas y que sirve para endulzar la celebración del día de la Comunitat y conmemorar así la entrada del rey Jaime I en Valencia.
Es una celebración con mucha historia dentro, con algunas dudas como toda buena tradición, y con una gran dedicación social en estas últimas décadas, animada también por el esmerado trabajo de los pasteleros valencianos.
Hoy, ya fuera de analizar a reyes viejos e históricos, pues unos fueron buenos y otros nefastos para todos los territorios del Este de España, podemos disfrutar de mazapanes que reproducen pequeñas frutas, verduras, y también petardos en conmemoración a alguna prohibición viejuna que no están dispuestos a olvidar.
Visto desde la distancia, sin duda asemejan a productos con una gran tradición árabe, el mazapán podría venir del Norte de África o de la zona del Sudeste de Europa, pero esa mezcla de almendra molida y azúcar a la que se le añade miel o como en el caso de los "mocaorà" más antiguos, canela y otras especies, nos lleve claramente a los similares productos que se venden en marcados callejeros de Marruecos.
Uno de los gremios que más han evolucionando en los mercados españoles, creando nuevos productos o recuperando otros que son históricos, son los panaderos, reposteros y pasteleros. Sin duda todos tenemos que acompañarlos en sus trabajos, y nuestra casi obligación es participar de esos trabajos, comprándolos.
Nota.: La información ha sido facilitada por mi amigo ´