7.6.11

Bolsas para asar Albal, ideales para "papillote"

Hemos tenido la ocasión de probar las bolsas para asar que comercializa Albal, en unos paquetitos de cinco unidades.
No hemos seguido todas las indicaciones de su uso, pues hemos entendido que su gran uso es para asar y cocer tipo “papillote” y por ello NO hemos abierto la bolsa antes de asar, una vez que habíamos colocado en ella los alimentos, como indican en las instrucciones. Gran parte de su éxito es mantener el alimento cerrado para que se cocine con sus jugos y la temperatura que se crea dentro de la bolsa.
Las bolsas de Albal son grandes y permiten meter dentro un pollo de los más grandes para asar en su jugo. Simplemente debemos meter la carne o el pescado, debemos sazonarlo a nuestro gusto, añadirle mucha menos agua o caldo para su cocción o asado, cerrar la bolsa con el plástico que acompaña el paquete y meter al horno caliente, a una temperatura que no sobrepase los 200 grados, pues a má temperatura el plástico de la bolsa puede degradarse.
Pero hay que añadir que en “papillote” los alimentos se cuecen antes y con menso temperatura del horno se consigue más temperatura en su interior, pues el envoltorio actúa como si de una pequeña olla rápida se tratara, conservando sus sabores. Hay que tener en cuenta que los tiempos de cocción o asado bajan y el mantenimiento de la temperatura dentro del paqueta es más largo, por lo que hay que cortar antes el tiempo de asado.
El “papillote” no dora los alimentos, aunque si asamos un pollo con este sistema y alargamos el tiempo como con una técnica habitual si logramos un pollo dorado, asado en sus propios jugos y más tierno de lo habitual, pues le sobra tiempo de cocción, que hemos aumentado para dorarlo.
Ideal para pescados con verduras, para verduras con especies o para carnes de ave conservando los sabores de los condimentos y sin tener que añadir grasa pues todo se cocina con los propios jugos de los alimentos metidos dentro.
Y un detalle final, las bolsas de Albal dejan el horno completamente limpio, algo que no debemos dejar de lado, a la hora de valorar su uso.