También Murcia es tierra de tapas típicas, como lo puede ser el norte de España. Sujeta a platos en algunos casos de la cocina árabe, muchos arroces diferentes y salazones con muchos siglos, a veces nos pueden sorprender algunas presentaciones muy simples pero efectivas.
Esta tapa se llama marinera si lleva anchoa encima y marinero si lleva boquerón. Es una sencilla ensaladilla rusa muy picada, casi deshecha, con sus variantes y patata casi puré, encima de un pan que llaman rosquilla y coronada generalmente con una anchoa.
Se come con arte cogiendo con la mano toda la tapa por la punta redondeada de la rosquilla crujiente de pan, y mordiendo con cuidado para que no se parta todo el conjunto al ir tomándola. Este ejercicio gastronómico es muy sencillo para un murciano, y algo más complejo para los forasteros, que nos tenemos que ayudar con una servilleta de papel para que no termine todo en el suelo. La rosquilla tiende a partirse y hay que saber morder.