En mi reciente visita a Córdoba me recomendaron el restaurante La Siesta que estaba a lado de mi alojamiento. He comido en él dos días, y si bien es cierto que el menú es el mismo entre semana, tiene variedad de platos donde elegir y no repetir. Seis primeros y seis segundos.
El primer día me decanté por un salmorejo, muy bien servido con picadillo de jamón y huevo, en un punto perfecto de sal y ajo. Suave para el paladar. Y un flamenquín que dicen es muy típico en esta zona, crujiente y con unas patatas de guarnición. De postre, tarta de queso, con un sirope de frutos rojos. (Eliges entre postre o café)
Por gentileza de la casa, un chupito y el aperitivo de encurtidos.
En la imagen podemos ver el salmorejo con su guarnición y la berenjenas con miel
Al día siguiente, animada a repetir por el buen trato recibido, opté por unas berenjenas rebozadas con harina de garbanzo y un toque de miel de caña, crujientes y abundantes. No pude dejar de probar el bacalao a la cordobesa, es decir rebozado y con una salsa de tomate casera que estaba deliciosa. La tarta de chocolate y nata era digna de repetir, pero había que descansar.
Todo ello servido en un patio andaluz muy bien decorado y atendida por gente muy joven que cuida cada detalle. La bebida no se incluye en los diez euros que cuesta el menú, pero eso es lo de menos si no te pasas pues el precio es muy ajustado.