La sal de ajo es una especie excelente para muchos platos,
incluidas ensaladas, marisco o pescados, pasta, sopas o carnes. Pero siendo una especie que se puede hacer en
casa de forma sencilla, también se puede comprar a unos precios algo abusivos.
Solo vamos a necesitar sal y ajo, menos es más en este caso.
La sal es bueno que no sea excesivamente fina incluso
algunos la preferimos para esta mezcla un poco gruesa. El ajo, a ser posible
grandes y esbeltos los pondremos a freír en aceite de oliva hasta que se doren,
con fuego no muy fuerte para que también se hagan bien por dentro. Una vez
fritos se ponen al horno a secar o se meten al microondas que también es una
manera correcta de eliminar la humedad de algunos productos. Una vez los ajos
bien secos ya los tenemos para rallarlos o si fueran muchos pasarlos por un
molinillo o por un almirez y mezclarlos con la sal. Yo prefiero una mezcla de
dos cantidades de sal por una de ajo.
Se conserva en un botecito pequeño sin humedad y si hay
problemas de que nos coja la mezcla algo de humedad se le añades unos granos de
arroz al bote y se le hacen a la tapa unos agujeritos más pequeños que los
granos de arroz para que no salgan.
Lo cierto es que no tenía ni idea de cómo hacerla en casa, así que muchas gracias por la receta.
ResponderEliminarY desde luego, donde se ponga lo casero....no hay comparación posible.
Besotes y feliz Domingo.
Gracias por leerme
ResponderEliminarMe gustan mucho todos estos trucos caseros.
ResponderEliminarA mi tambien me gusta hacer yo los aderezos.
Gracias por compartirlo.