La cocina ha ido evolucionando mucho con los tiempos, es algo que sin duda y sin darnos casi cuenta ni valorarlo bien, los platos que hoy tomamos en casa o en restaurantes, casi nada tienen que ver con los que se tomaban y servían hace 150 años, que parece mucho tiempo, pero que no es tanto, desde el ounto de vista histórico.
Os voy a comentar una receta de Sopas de pan en Adobo. Para la sopa de pan se ponía en el fondo de un puchero unas lascas de pan viejo, ya duro, cortado fino en forma de migas. A veces y según zonas este pan se freía, pero en muchas otras simplemente se ponía en la ola sin nada más (sin caldo de momento), en espera del resto de sopa.
Estamos hablando de mitad del siglo XIX. Bien, continúo.
En otra olla se ponía al fuego un litro de agua con unas ramas de apio y se dejaba cocer todo hasta que la verdura estuviera blandita. Se retiraba, se dejaba enfriar ligeramente para poder coger la verdura y picarla y se añadía todo, la verdura y su caldo, a las sopas que estaban esperando en la otra olla. En ese momento se le sumaba un vaso de leche de almendras o de avellanas si era una casa de posibles, o de leche de vaca si era casa normal. Ponían todo al fuego para que se mantuviera caliente y le añadías canela muy machacada, algo de pimienta, un poco de azafrán y clavos, y una cucharadita de azúcar, algo de sal y un chorrito de aceite.
Y se servían bien revuelto, sin que el pan se hubiera puesto excesivamente blando, eran unas sopas de pan en donde este debía mantener su forma, no salir excesivamente baboso.