22.1.25

Uramaki de plátano con salsa de mango


A veces nos preguntamos los motivos por los que ciertas cocinas, tipos de restaurantes sobre todo, triunfan de forma rápida mientras otros modelos de restauración de van agostando. No es muy complicado entender el motivo.

Cada empresa, sea un restaurante o una empresa de vender boinas, tiene un tipo de cliente diferente. Cada empresa se especializa en ofrecer un producto y en buscar su propio tipo de cliente. Y eso depende de muchos factores: la ubicación, la decoración, el tipo de calidad que se ofrece, la diferenciación con arreglo a tu competencia en el sector, del precio de venta, etc.

La cocina oriental, china y japonesa sobre todo, ha ido cambiando en los últimos años en España. Ya no entra con facilidad los platos clásicos del siglo XX y se necesita innovar hacia modelos de precios ajustados, variedad de sabores, aunque no tanto como parece por sus nombres, y comidas que entren por los ojos.

La comida por parte del comensal se mira, debe tener un componente visual que sea interesante al que paga por comer. En todo tipo de restaurante. Si solo quiere alimentarse, hay muchos modelos mucho más económicos que un restaurante.

Luego vendrán las experiencias en restaurantes con nombre, y con ellas los precios a veces complicados de pagar por la mayoría de los ciudadanos. Pero es que también esas experiencias pueden ser de muy variado tipo.

Este que vemos es un postre de un buffet servido en mesa, de un restaurante oriental sencillo. Un arroz y unos plátanos, más su mano de obra para hacer el uramaki de plátano con salsa de mango. 

Productos relativamente baratos, y una imagen de plato diferente. A veces es así de sencillo convencer a los clientes de que le estás ofreciendo algo que resulta una experiencia en sabores.