Los hay de marca o blancos, de varios sabores y texturas. Pero todos estos inventos de rellenos para tostas o bocadillos son unos productos buenos y conseguidos para cenas o meriendas rápidas, para comidas divertidas, para jóvenes y niños. Y para ancianos que necesitan productos blandos.
Pero también se puede hacer en casa de forma muy rápida y sencilla si queemos algo todavía más especial y personal.
Básicamente es un producto principal (atún de lata escurrido, pollo que ha sobrado finamente picado, jamón cocido) más unas verduras pochadas en microondas y finamente picadas más un aglutinante que le de unidad y humedad. Por ejemplo tomate frito, una cucharadita de mayonesa, el aceite del atún, etc.
Y si se quiere un añadido más especial, sirve huevo finamente picado o aceitunas sin hueso, pepinillos, unos pimientos del piquillo, alcaparras, una cucharada de yogurt, una sardinilla picante de lata, algo de surimi.
Todo debe quedar jugoso y muy fino, para poder huntar sobre una tostada de pan o sobre un bocadillo. Y a saborear con un buen pan crujiente.
Y que no se nos olvide que también se puede servir sobre una rebanadita de pan tostado, a modo de tapas con muchas más variables posibles.