Se está poniendo de moda las tapas modificadas y servidas como montaditos, como pequeños bocadillos con panes pequeños o con croissant cortados por la mitad y rellenos de algo interesante.
Desde un simple espárrago con unas gotas de salsa rosa a un filete de salmón con unos golpes de eneldo o un atún en escabeche con cebolla caramelizada.
Los más normales pueden ser de tortilla de patata en donde el croissant encaja perfectamente con su toque dulce o unas anchoas con pepinillo muy picado o unos boquerones con unas gotas de aceite de oliva y un canónigo de base.
Podemos también explorar surimi con mayonesa, jamón serrano con un poco de queso de untar, bacalao ahumando con un filletito de tomate fresco o lo mismo pero con lomo embuchado.
Que cada uno invente a su gusto estos montaditos que nos llenan meriendas o entrepanes.