Para días de grandes comidas, las cenas deben ser muy suaves y a ser posible, depurativas. Nada mejor que una sopa, un caldo de verduras suave, que nos de energía y nos limpie un poco de excesos gastronómicos.
Ponemos en un litro de agua un tomate grande muy rojo cortado en trozos, un pimiento verde, media cebolla, un diente de ajo, una zanahoria, un poco de apio, algo de calabacín, un poco de perejil, algo de vegetal verde tipo lechuga o en su defecto col, un poco de sal para darle un ligero sabor y dejar cocer todo unos 20 minutos. Luego pasar por la batidora, colar en un colador de agujero algo grueso y tomar con calma.
Si nos falta algún ingrediente es igual, lo importante es tomar un caldo de verduras algo espeso, y con eso irse a la cama. No he añadido patata para no cargar de hidratos el plato, pero si no tienes problemas con la glucosa puede encajar para espesar un poco la crema.
No hemos refrito nada ninguna verdura, no buscamos un sabor potente sino un plato más bien suave que nos ayude a depurar un poco el sistema digestivo.