Se nos informa que algunas marcas de arroz, en sus productos de más bajo precio, nos están metiendo arroz destinado al consumo animal mezclado en paquetes de consumo humano, La diferencia no radica en el producto en sí, que es perfecto para el consumo de las persona, sino en la cantidad de granos partidos, que en el caso de arroz para humanos no debe superar el 7,5% según lo estipulado.
Sobre todo a la hora de realizar paellas, el grano partido del arroz, al liberar más almidón deje un producto final más pastoso y con los granos pegados. El fraude se da en fábricas envasadoras, en donde se mezclan cantidades de arroz partido con arroz de primera calidad hasta un límite que el ojo humano ve con menos facilidad, y de esta manera se ahorran un precio en la compra del arroz, pues el partido como defectuoso es mucho más barato en el precio de mayorista. Son arroces en su mayoría de países de Asia que se compran para mezclar con arroces españoles, lo que dificulta más el diferenciar el producto.
En estos momentos los productores de arroz de España están notando una bajada anormal en el consumo de arroz nacional, no así en su comercialización y venta lo que hace sospechar que a la hora de envasar se mezclan diversos tipos de arroz, de diversa procedencia. Hay que exigir calidad en los productos, además de un precio justo, pues los controles a los que comercializan productos alimenticios no es todo lo exquisito que se desearía para evitar fraudes.