Es nuestra repostería un ejercicio de alta calidad de sabor pero también de presencia, de decoración, delicadas formas de vender productos que luego nos vamos a comer de postre con un buen café y una copa de algún licor nacional. España saber cuidar muy bien sus pastelerías lo que nos convierte en una tierra de excelencias en el buen gusto y los sabores.
Estas figuras de mazapán son de Madrid, a dos euros la pieza, y cada una de ellas es original y tiene las miradas perdidas para que cada cliente elija las que él desee según lo que quiera decir con su ofrenda de postres. Lo de menos en este caso son los sabores sino las formas.