Ha salido al mercado un nuevo producto panadero del que vamos a explicar algunos detalles, los roscos o panecillos con agujero que llamamos “Bagels” y que son en origen polaco y judío que se trasladó a los EEUU y desde donde ahora viene hasta nosotros.
Si eres andaluz no los compres, son simples molletes con agujero, es decir pagas por el hueco, por la nada, para obtener un pan de desayuno, cortado por la mitad y que es perfecto para poner mantequilla, sobrasada, mermelada, queso de untar, salmón, paté u otros alimentos sabrosos.
Es un pan con la capa exterior algo crujiente que debemos pasar por la tostadora para que estén más crujientes y sobre todo calientes y que de momento se comercializan solo en su versión más básica. En fechas posteriores, seguro, se irán añadiendo bagels con diversos rellenos en su masa, distintos cereales, semillas, dulces, etc.
Insisto, es un pan, sólo un pan aunque muy bueno para su cometido, pero caro de momento. Los molletes en Andalucía son muy similares y sin agujero. No es igual a una tostada para desayunar, es otro tipo de pan que ofrece otros ligeros sabores finales. Y no te dejes engañar con sus posibilidades de convertirlo en bocadillo pues allí sí que pierde la batalla frente a los panes más tradicionales si estos son bueno. Pero para el desayuno o la merienda, o para niños, es un buen producto.