Hay pequeños sabores muy sencillos de realizar en casa y que pueden sorprender a tus acompañantes de mesa. Se trata de plantearles pequeños bocados para un aperitivo distinto y sencillo acompañado de un vermut catalán o italiano.
Este que os comento no es ninguno en concreto, pues tiene muchas opciones, es una simple técnica de cocina o de presentación de producto, que funciona muy bien como un aperitivo.
Es un mini bocadillo de galletas saladas, de las que se compran en paquetes o botes, y solo rellenas "de algo" en este caso de un paté de cerdo con espárragos trigueros
Pero en medio de las dos galletas saladas se puede poner un poco de salmón ahumado o una anchoa enrollada, o un poco de sobrasada con o sin una gota de miel, o un poquito de ensaladilla rusa pequeñita, o una gulas picantes, o incluso una rodajita de kiwi o media uva sin pepitas.
La galleta como es salada ayuda mucho a las mezclas con dulces, picantes, agrios o incluso salados más complejos como los ahumados.