Voy a plantearos una receta de cuaresma, pero que se puede hace durante todo el año. Un plato muy típico en casi toda España, antiguo, casi históricos. Unos garbanzos con bacalao. Sencillos y muy fáciles. Podemos plantearnos cocer nosotros los garbanzos o utilizar un frasco de cristal con los garbanzos ya cocidos. Esto facilita la receta y nos garantiza la cocción, aunque perdamos algo de calidad final.
Si los cocemos nosotros, la noche de antes y con agua del tiempo los ponemos a remojo, y luego de lavarlos los cocemos en agua fría con algo de sal, dos o tres dientes de ajo y media cebolla, durante unos 60/90 minutos en olla normal o unos 25/30 minutos en olla rápida.
Pasado ese tiempo probar la dureza de los garbanzos, pues los tiempos también depende de la calidad y el tipo de garbanzo.
A partir de unos garbanzos ya cocidos, hacemos en una olla un refrito pochado lentamente de un diente de ajo muy picado, algo de cebolla cortada muy menuda y dejamos lentamente que se vaya pochando.
A los 10 minutos le añadimos una cucharada sopera de tomate frito, y si se quiere más sabor una cucharadita de café de carne de pimiento choricero o una pastilla de caldo de pescado. Esto último refuerza el sabor final.
Dejamos cocer todo con medio litro de agua cinco minutos y entonces añadimos los garbanzos otros cinco a diez minutos cociendo con todo el refrito y el caldo. Todavía sin el bacalao.
En este momento y si no has añadido carne de pimiento choricero puedes ponerle un toque de pimentón dulce.
El bacalao lo tendremos desalado de la noche anterior, hay que limpiarlo de pieles y sobre todo de raspas o espinas, no tiene que ser un bacalao de grandes piezas pues lo vamos a desmigar, pero sí debe ser un bacalao de calidad pues a veces se venden pescados salados que no son en realidad bacalao.
En un mortero pondremos un trozo pequeño de pan frito en sartén y lo macharemos bien con media docena de garbanzos cocidos y un poco de aceite de oliva, para hacer una pasta que dará grosor o espesor a la salsa.
Añadimos este majado al caldo y ponemos el pescado ya desmigado. Con 2 a 5 minutos finales de cocción ya es suficiente. Yo recomiendo solo dos minutos.
En ese momento le podemos añadir por encima o bien un huevo cocido muy picado o unas hojas de espinacas pequeñas y troceadas. Estos dos ingredientes se terminan de encajar en el plato con el calor residual de los garbanzos y el bacalao.
Recuerda, esto es un plato único, si acaso comenzado con algunos pequeños aperitivos para hacer boca. Y un vino tinto de Rioja, de Borja o de Valladolid.