El chile habanero está considerado como uno de los
pimientos picantes más potentes del mundo y que se puedan consumir sin caer
rendido en el intento. Se calcula que su grado de picor es entre 3 y 20 veces
más picante que la cayena, dependiendo de maduración y tipo de cayena. Pero puede
llegar a ser unas 1.000 veces más picante que una salsa picante, para comparar su potencia.
Mucho cuidado pues, si no conocemos bien los picantes.
La capsaicina que es el componente que
está dentro del aceite que tienen las semillas y venitas blancas de estos
pimientos, y es tan fuerte que nos puede producir agravamientos de nuestro
problemas estomacales o digestivos si antes los tenemos. Su sensación de calor
en lengua o estómago puede durar más de 20 minutos y no se recomienda tomar a
personas que no estén acostumbradas a otros tipos de picantes más suaves. Y
siempre se debe tomar en salsas donde se mezcla con otros ingredientes como
ajo, cebolla y otros pimientos menos picantes, para rebajar su potencia.
Su color más común es el naranja, aunque
también se vender rojos y más maduros, verdes e inmaduros y de diversos colores
según variantes de chile, pero ya no son tan habituales. Su tamaño es pequeño,
entre los 2 y los 6 centímetros de diámetro y hay que comprar muy pocos pues no
se conservan mucho tiempo.
Estos que vemos son del mercado la Boquería de
Barcelona, vendidos en bandejas junto a varios tipos más de pimientos picantes
como el chile de árbol que en realidad es la clásica guindilla o cayena así
llamada en España, que se toma seca o fresca cortada en rodajitas para cocinar
salsas o platos.