Siempre hay sabores nuevos que nos sorprenden y nos incitan a comprar y consumir. Es una de las posibilidades del marketing gastronómico, presentarnos nuevos productos y esperar a que triunfen en el mercado del consumo.
Esta bolsa es de cortezas de pescado, pieles de pescado limpias y secas, fritas o tostadas, del clásico bacalao que para tantas presentaciones se utiliza y no siempre muy conocidas.