Vamos a empezar por cocer las patatas en agua y sin pelar. Como hacemos siempre, entre 30 y 40 minutos. Que no queden excesivamente blandas pero sí bien hechas. El punto depende del tipo de patata y de si es joven o vieja.
Una vez cocidas las pelamos y las cortamos en rodajas como de un dedo de grosor. Las ponemos en una bandeja con aceite de oliva por encima, sal, pimienta blanca molida y unas ramitas de perejil y cebolla tierna muy finamente picado. Encima de todo queso rallado del que tengamos por casa. Por debajo de las patatas para que no se lleven los aderezos ponemos un vasito de caldo de carne y otro vasito de vino blanco mezclados, sin que cubra las patatas, como base justo (un poco menos) hasta la altura de las rodajas de patata. Y las metemos al horno unos 5/10 minutos a gratinar. Asi de sencillo.
Hay recetas de patatas a la importancia que son diferentes, de ellas hablaremos en otro momento.
Una vez cocidas las pelamos y las cortamos en rodajas como de un dedo de grosor. Las ponemos en una bandeja con aceite de oliva por encima, sal, pimienta blanca molida y unas ramitas de perejil y cebolla tierna muy finamente picado. Encima de todo queso rallado del que tengamos por casa. Por debajo de las patatas para que no se lleven los aderezos ponemos un vasito de caldo de carne y otro vasito de vino blanco mezclados, sin que cubra las patatas, como base justo (un poco menos) hasta la altura de las rodajas de patata. Y las metemos al horno unos 5/10 minutos a gratinar. Asi de sencillo.
Hay recetas de patatas a la importancia que son diferentes, de ellas hablaremos en otro momento.