La crisis nos puede llevar a la desaparición de muchos productos minoritarios pero que enriquecían nuestra gastronomía y las posibilidades de crear platos novedosos.
Estemos atentos, pues la uniformidad no siempre es buena ni hace que resulten más baratos los productos sino que sean las grandes cadenas de distribución quienes más beneficio obtengan.
Estemos atentos, pues la uniformidad no siempre es buena ni hace que resulten más baratos los productos sino que sean las grandes cadenas de distribución quienes más beneficio obtengan.