
Con estos ingredientes, bien mezclados y trabajados, hemos creado una cocina de primer órden. Envidia del mundo que entiende.
No tenemos que abandonar el ajo, si lo utilizamos con mesura, porque la chalota es mezcla de cebolla y ajo y marca la cocina francesa.
Debemos "abusar" del aceite de oliva, que no es comparable en nada a la mantequilla. Ni para frtos, ni para guisos y mucho menos como aderezo de platos naturales.
Debemos cuidar el buen vino y depositarlo en la mesa con tranquilidad y respeto.
Elegir un buen pan, ahora que hemos vuelto a recuperar los excelentes panes de horno, aunque sean imitados.
Y creer en el laboratorio de la cocina tradicional española, la de el siglo XIX y XX, pero con los cambios necesarios que dan los años.