Probamos los servicios de una creperie —"La Maison"—, situado en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza, un local pequeño, de ambiente familiar, muy bien decorado y con un grifo de cerveza que cuelga del techo. Pero que merece la pena visitar.
Tiene una extensa carta, que abarca desde las ensaladas, a los bocadillos, tostadas, pizzas, platos diversos y por supuesto crepes.
Muy bien presentados, recién hechos y de gran tamaño, nosotros optamos por un crepe de espárragos verdes, gambas y champiñones y otro crepe de pollo con setas y salsa de foie. Muy buenos los dos, más que suficientes para una cena, bien presentados y correctos de sabor y cocina.
Había también de quesos, de marisco, con anchoas, con queso, jamón cebolla y patatas.
De postre, crepe también, pero esta vez de chocolate, nata y nueces, delicioso, pues el chocolate sabía a avellanas y se mezclaba con el toque amargo de las nueces.
También tenían para elegir, batidos, tarta de queso, flan de café o de chocolate blanco, trufas...
Buena relación calidad precio teniendo en cuenta al buen servicio que ofrece su personal. Ideal para cenar con amigos o con la familia. aunque es recomendable reservar mesa para encontrar sitio.