Para fechas donde los excesos en las comidas nos dejan un estómago fuerte, nada como una sopita suave de verduras, ligera pero refrescante para el estómago algo atacado por los abusos, que nos restituya la tranquilidad gástrica. Plato único y caliente sin pasarnos de temperatura para que el estómago quede suave.
En casi un litro de agua pondremos a cocer dos puerros finamente picados, junto a dos zanahorias (o ralladas o cortadas finas) y le añadiremos un puñadito de verduras deshidratadas tipo juliana o una patatita pelada y cortada en menudo, algo de apio si tenemos y un poco de cebolla cortada fina.
Rectificaremos de sal a los 10 minutos y añadiremos un poco de aceite de oliva, y si el estómago está bastante bien añadiremos una pastilla de sabor (en este caso no poner sal) o unos trocitos de jamón serrano y si no estamos perfectos, dejaremos la sopa suave de sabor. Si le añadimos una alcachofa congelada también muy picada pues perfecto; si no, un poco de calabacín le va de maravilla o una hoja picada de acelga.
Dejamos cocer todo un total de 25 minutos y serviremos con las verduras como plato único y bien caliente. Si queremos reponer proteínas, añadiremos un huevo cocido rallado sobre la sopa lo que nos da el plato más completo.
Las medidas anteriores son para dos personas, lo que ofrece un plato generoso en cantidad, pero que va bien para reponer líquidos y para limpiar el cuerpo de toxinas.
Poca sal, suprimir la pastilla de sabor si tienes dudas y también podemos sustituir la patata o incluso el huevo, por un poco de arroz que cocerá con el caldo. Un poco de vino de Jerez o vino rancio en el momento de servir logrará un plato de reyes.