Podemos empezar una comida con algunos aperitivos, unas tapas que nos sirvan para tomar unas cervezas frescas o un vino blanco de tu propia zona.
Aquí hay dos ejemplos muy sencillos.
Un trozo de puerro metido al microondas un minuto y luego pasado por sartén con azúcar para convertirlo en un ligero tostado dulce en los extremos y puesto sobre un poco de jamón para resaltar el salado y el dulce con un toque de pimienta negra.
Por otra parte un poco de chorizo de carnicería, frito junto a unos ajos pelados y servido sobre un poco de pan y rociado con unos golpes de pimentón picante.
Dos ejemplos muy sencillos para tomar un aperitivo previo a una comida familiar.