Es una bebida tipo cubalibre que además de resultar agradable rebaja el consumo de alcohol en muchos grados al emplear una bebida mucho menos alcohólica que las bebidas fuertes y jugando con poner menos cantidad dentro de la mezcla con una CocaCola.
Mezclando 5 c.c. de Martini junto a una CocaCola de lata de 1/3 o algo menos, un cubo de hielo y una rodaja de limón, o naranja se consigue una mezcla que no supera los dos grados de alcohol y que permite tomar una copa sin tener efectos de ningún tipo, tampoco en los controles de alcoholemia.
Si te bebes media docena ya será otro cantar, todo es cuestión de medida.