Vamos a realizar una sencilla tapa de queso fresco, tipo Burgos con sal, aunque se puede emplear otros tipos de queso frescos europeos.
Cortamos una rebanadas de pan, no muy gruesas y las ponemos a tostar ligeramente para que tomen algo de cuerpo.
Ponemos encima una rodaja de tomate fresco, encima una rodaja de queso elegido tipo fresco y para terminar una hoja de espinaca cruda. Se añade ligeramente un poco de sal con unas gotas de aceite de oliva y se añade al final un golpe de pimienta negra recién molida.