Vamos a olvidarnos del error en el nombre de la ensalada y
fijémonos en los platos más o menos típicos de la cocina aragonesa. Varios
tipos de huevos rotos que parecen la última moda y son viejos y poco más que un
capricho a unos garbanzos con callos que pueden estar muy bien o unas judías
blancas con codorniz. Las típicas migas con huevo y uvas que también podrían
llevar patata cocida a trocitos pequeños pero que parece de pobres o un bacalao
a la cazuela guisado lentamente y en su punto para que el bacalao esté jugoso.
El ternasco en Aragón es un lujo si se hace a las brasas o a la plancha pero
bien hecho con unas gotas de aceite de oliva y sal gruesa pero el fuego muy
fuerte. El tomate aliñao o aliñado es un lujo si está maduro en la mata y
servido como el ternasco, con buen aceite y unos golpes de sal para demostrar
que este plato está bien o mal si lo está el tomate. Y recordar que la ensalada
ilustrada debe llevar un espárrago y escabeche más olivas negras.