Todo fallecimiento es duro, alguien deja de estar con
nosotros y se pierde su compañía. Pero algunos van dejando huella entre sus
allegados, familiares y amigos.
A Miguel Ángel no le conocía de nada, falleció joven, con 63 tacos, querido por toda
su familia han querido recordarle con una esquela singular. Típica de esa “Celtiberia
Show” que tan bien nos reflejó Carandell.
Entre otros muchos motivos, a Miguel Ángel Morata Galarza lo
recordarán por que se fue de viaje sin dejarles la receta de la paella de
escabeche.
No es una tontería, es una fotografía de su personalidad, de su
relación familiar, con sus amigos, con su entorno. Es un aplauso a Miguel Ángel,
por su sentido de humor y de entrega hacia los que le rodeaban. Otro para su familia por recordarle con mucho cariño.
España es diferente. Pero solo en algunos casos y para bien. Los que van dejando huella son los diferentes por que cada vez son menos.