Nada como volver a los sabores viejos, a esas cosas
sencillas que han funcionado siempre, a las tapas o banderillas de nuestros
abuelos que siguen estando en algunas tabernas con nombre.
Un pepinillo no muy fuerte, mejor si es agridulce para cambiar
un poco. Cortado por la mitad y “embocadillado” con un bonito en escabeche
aunque yo lo prefiero en aceite de oliva. Una piparra o guindilla vasca que
casi no pique, un ajo en vinagreta, algo de pimiento rojo y una alcaparra o
alcaparrón. Unas gotas de aceite de oliva para darle lustre y a comer.
Con un
bote de bonito de los de cristal, que sería lo más caro puedes hacer 6 u 8
banderillas como esta. Así que por poco más de medio euro la tapa puedes quedar
de maravilla.