La comida china, la occidentalizada,
guarda también productos muy agradables aunque no sean ejemplo real de la
comida que se toma en tan extenso país y con tanta gastronomía muy diferente.
Hay que descubrir esos sabores eligiendo restaurantes que se salgan de esas
cartas todas iguales, sosas y aburridas.
En algunos restaurantes chinos ya
empiezan a despuntar algunos platos nuevos que intentan separarse de toda esa
mezcolanza siempre igual del arroz tres delicias, el pollo al limón o los
rollitos primavera. No tanto con platos realmente nuevos, sino con acercamiento
a los sabores más orientales a base de curry real, rellenos más especiados, o
productos que ya están entrando en nuestros mercados como algunas verduras, el uso de algas o el tratamiento mejor de las carnes y pescados. Sin duda es el próximo salto
que darán todos los restaurantes orientales en España, pues no existen como en
Reino Unido restaurantes (casi) auténticos de cocina china, pakistaní o india.
Por cierto, sería muy interesante que se
lograra separar la gastronomía de tantos países muy distintos y que a veces
mezclan en el mismo local barato hasta formar una sopa que no tiene
personalidad. No es igual la cocina de Vietnam, de China, de India, de Pakistán
o de Filipinas, aunque a veces nos las encontremos mezcladas en la misma carta
de un mismo restaurante.