Podría parecer una ensalada cualquiera, una ensalada excesivamente revuelta, muy completa, con elementos que no encajan. En realidad es una ensalada de arroz de un restaurante de Vietnam.
Puede ser picante pero muy soportable, aunque si la pides sin picar te la sirven igual. Lleva rodajas de pepino pelado por los laterales y de tomate bien maduro. En el centro una amplia cantidad de un arroz cocido y refrito con una salsa ligeramente picante y agradablemente ácida con limón. Por encima del arroz y cubriendo todo, unas hojas de menta picada, algo de lechuga, cilantro, trozos calientes de piña y naranjas pelada, cebolla morada pochada y unos filetes de cerdo ligeramente empanados. Para completar todo unos langostinos pelados realizados junto a la cebolla.
Parece una mezcla excesiva, que incluso no marida, pero el sabor de la salsa con que terminan el arroz y con la que ligeramente aderezan el plato encaja perfectamente con todos los ingredientes, cerda, marisco, vegetales y arroz. El picante ayuda a que todo forme un grupo bien recogido, sin duda, pero las frutas también ayudan a dar potencia y contraste a la totalidad del plato.